
Rafael Antonio Cáceres (El Vico) y Ricardo Guzmán (Pachito), fueron la segunda y tercera víctimas, luego que el jueves mataran a tiros a Jhonatan Paulino, en un enfrentamiento de manifestantes con agentes policiales, en la calle Colón, de la parte alta de Salcedo, según los reportes. Este viernes se registró la cuarta víctima falta de la represión: Dilenia Quezada Olloa, de 23 años y embarazada, la cual oraba en la capilla San Antonio cuando cayó una bomba lanzada por agentes policiales, matándola de asfixia.
Las empobrecidas familias despidieron a sus muertos en medio de estrictas medida de seguridad. Integrantes del Ejército y la Policía Nacional, de todos los cuerpos élites, tomaron las calles de la heroica ciudad, cuna de las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal.

Las gráficas sobre la situación de las calles de Salcedo al caer la tarde del viernes mostraban escenas de un campo de guerra, con los soldados en cada esquina con cascos protectores, chalecos anti balas, bombas lacrimógenas y armas largas apuntando amenazantes.

El joven fue muerto cuando los moradores del barrio El Chucho, se manifestaban en reclamo del arreglo de las calles y la mejoría de los servicios de agua potable y energía eléctrica.
Este sábado la situación poco a poco retorna a la normalidad en las calles de Salcedo. El tránsito empezó a fluir y los establecimientos comerciales fueron abiertos, mientras las tropas militares y policiales continúan peinando las cablles de los barrios populares y céntricos, que han sido las zonas de mayores conflictos durante las protestas, según los reportes de Milagros Acosta, colaboradora de Acento.com.do en Salcedo.
También se informó que las autoridades y representativos de grupos populares que motivaron las protestas acordaron dar un plazo para que el Ministerio Público y la Policía Nacional investiguen la muerte del Héctor Ramón Medina.

Sobre la situación de Salcedo, el representante de la Comisión de los Derechos Humanos, en Santiago, Dionisio Jerez, condenó la acción de los cuerpos represivos de la Policía y el Ejército Nacional, quienes con sus fuerzas élites enfrentaron a tiros y a bombazos a los manifestantes.
Jerez duda que las muertes ocurridas en Salcedo hayan sido enfrentamientos, como ha querido presentar la Policía Nacional, y afirmó que las evidencias apuntan hacia ejecuciones. Acusó a las autoridades de pretender buscar una escapatoria de manera irresponsable.
