La santería como parte de la tradición carnavalesca dominicana se hizo dueña este domingo del Malecón de Santo Domingo, en el Desfile Nacional del Carnaval, dedicado este año a la región nordestana.
74 comparsas compitieron ayer por el premio mayor de un millón de pesos, que otorgará el Ministerio de Cultura al cortejo de mejor colorido, ejecución y el que mejor represente el espíritu del Carnaval dominicano.
La región del nordeste del país mostró de qué están hechos, cuando en la apertura de la gala cultural atravesaron el Malecón los Papeluses y Platanuses de Cotuí, mostrando la evolución que ha tenido su traje de hoja de plátano seca, convertida hoy en un festín multicolor, que cubre el cuerpo negro del esclavo minero de un pueblo viejo. Una cultura carnavalesca de más de 500 años.
Detrás le siguió la comparsa Raíces de San Francisco de Macorís, recreando el descubrimiento de la Hispaniola.
Pero los cerca de 7,400 participantes del Desfile Nacional no hicieron gala de lo que “saben” por asuntos monetarios. Entre los “carnavaleros” es cuestión del “dominio de la avenida”, según contó uno de los lechones de Santiago de los Caballeros, que aspiran a ganar en la categoría de Mejor Producción Provincial. Y es que cuando de “mostrar lo suyo” se trata, pocos le ganan a un Lechón de La Joya, Los Pepines o Pueblo Nuevo.
San Juan de la Maguana no se queda atrás. Durante años han mantenido el dominio en la escena como una de las comparsas mejor estructuradas y ejecutadas de todo el territorio nacional. Este año compiten con “Los demonios del Jefe” dentro del Carnaval Barriga Verde.
Este grupo representó las torturas y represión que vivió el pueblo dominicano durante la dictadura trujillista.
Mientras que la provincia Peravia se enfocó en uno de los personajes tradicionales del país, el Robalagallina, imprimiendo colorido en sus 100 trajes de fantasía.
San Cristóbal recreó la muerte y resurrección a través de 13 comparsas.
74 comparsas compitieron ayer por el premio mayor de un millón de pesos, que otorgará el Ministerio de Cultura al cortejo de mejor colorido, ejecución y el que mejor represente el espíritu del Carnaval dominicano.
La región del nordeste del país mostró de qué están hechos, cuando en la apertura de la gala cultural atravesaron el Malecón los Papeluses y Platanuses de Cotuí, mostrando la evolución que ha tenido su traje de hoja de plátano seca, convertida hoy en un festín multicolor, que cubre el cuerpo negro del esclavo minero de un pueblo viejo. Una cultura carnavalesca de más de 500 años.
Detrás le siguió la comparsa Raíces de San Francisco de Macorís, recreando el descubrimiento de la Hispaniola.
Pero los cerca de 7,400 participantes del Desfile Nacional no hicieron gala de lo que “saben” por asuntos monetarios. Entre los “carnavaleros” es cuestión del “dominio de la avenida”, según contó uno de los lechones de Santiago de los Caballeros, que aspiran a ganar en la categoría de Mejor Producción Provincial. Y es que cuando de “mostrar lo suyo” se trata, pocos le ganan a un Lechón de La Joya, Los Pepines o Pueblo Nuevo.
San Juan de la Maguana no se queda atrás. Durante años han mantenido el dominio en la escena como una de las comparsas mejor estructuradas y ejecutadas de todo el territorio nacional. Este año compiten con “Los demonios del Jefe” dentro del Carnaval Barriga Verde.
Este grupo representó las torturas y represión que vivió el pueblo dominicano durante la dictadura trujillista.
Mientras que la provincia Peravia se enfocó en uno de los personajes tradicionales del país, el Robalagallina, imprimiendo colorido en sus 100 trajes de fantasía.
San Cristóbal recreó la muerte y resurrección a través de 13 comparsas.
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