Tras las acusaciones de los Estados Unidos y la orden a los oficiales de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) de detener los embarques de azúcar no refinada y productos derivados procedentes de la empresa Central Romana, sus empleados afirman que continúan trabajando de manera normal.
Estados Unidos tomó la medida al alegar que se identificaron alrededor de cinco indicadores que demuestran que la empresa -que es de estadounidense- somete a sus empleados en República Dominicana a trabajo forzoso, según una investigación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Los cortadores de caña residentes en los diversos bateyes que se encuentran bordeados por miles de hectáreas de cañaverales en La Romana, en el este del país, afirmaron no sentirse preocupados por el momento tras las acusaciones hechas desde los Estados Unidos, ya que el trabajo no ha cesado.Uno de los entrevistados negó sufrir maltratos y explicó que la empresa hace los más importante, que es "darle sus chelitos" cada semana, tras su trabajo.
Explicó que no vive en condiciones precarias ya que tiene un techo con luz y agua y recibe el pago de sus labores sin atraso, aunque consideró que la remuneración podría ser mejor.En los bateyes número 3, La Cacata y Lalone, los trabajadores de la caña realizaban sus labores de manera normal este viernes y muchos de ellos transitaban por los caminos de los bateyes sin pavimentar, con sus machetes a un costado tras culminar su jornada de trabajo.
En un recorrido realizado por Diario Libre se pudo apreciar cómo se trabajaba de manera normal y cómo los camiones trasladaban la caña que fue cortada por los trabajadores.Estos trabajadores de nacionalidad haitiana explicaron que se dedican a este oficio desde hace más de 15 y, en algunos casos, hasta 40 años, y esperan no verse afectados por la situación. A la vez que desmintieron que sufran maltratos de la empresa.
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