Ni la feroz oleada de ómicron puede con la mítica Noche de Fin de Año de Times Square de Nueva York, donde se reunirán "solamente" 15.000 personas vacunadas para dar la bienvenida al 2022, mientras que las infecciones de coronavirus se disparan en la Gran Manzana en las últimas semanas hasta niveles nunca vistos.
La ciudad se niega a renunciar a su fiesta por excelencia, que convierte a Nueva York en el centro de muchas miradas en la última noche de cada año, y que esta vez, además, había sido proclamada como la prueba de que la metrópolis que nunca duerme ha vuelto a ser lo que era antes de la pandemia.
"Una celebración grande y con toda la fuerza está regresando a Nueva York", afirmó hace mes y medio el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, cuando se anunció el esperado evento.
DE 58.000 A 15.000 PERSONAS
Pero a dos semanas de la señalada fecha, las autoridades decidieron rebajar la cifra de asistentes de los 58.000 que normalmente se reúnen en la plaza hasta las 15.000 personas, todas obligatoriamente vacunadas y con mascarilla, y aunque se trata de un descenso sustancial, sigue yendo claramente en contra de lo que recomiendan los expertos.
"Si tus planes son acudir a una fiesta de Fin de Año de 40 o 50 personas (...) con todo el mundo besándose y abrazándose y deseándose un feliz año nuevo, recomendaría encarecidamente que este año no se haga eso", decía a dos días del 31 de diciembre el epidemiólogo principal del Gobierno estadounidense, Anthony Fauci.
Aun así, Nueva York ya ha dado la bienvenida a las grandes cifras luminosas que darán la bienvenida al 2022 y a la enorme esfera de más de 5.400 kilos que desciende por el mástil situado en el número 1 de Times Square.
Incluso ha celebrado un evento para ensayar el lanzamiento de los cerca de 1.400 kilos de confeti que caen sobre Times Square en menos de un minuto.
A CONTRACORRIENTE
La ciudad de los rascacielos, que llegó a ser uno de los epicentros del coronavirus en los primeros meses de la pandemia y que quedó duramente golpeada, no parece temer una nueva oleada de casos, y ha hecho caso omiso de las anulaciones decididas por otras grandes ciudades, como Tokio, París, Londres o Roma, que han cancelado los eventos de celebración de Nochevieja.
"Lideramos las vacunaciones, hemos reabierto de manera segura, y cada día trabajamos para lograr una recuperación para todos", explicó De Blasio sobre su decisión de seguir adelante con el evento, en el que además de vacunas y mascarillas y se recomienda guardar un cierto distanciamiento social entre los 15.000 asistentes.
"Hay mucho que celebrar, y las medidas de seguridad adicionales mantendrán seguro al público vacunado mientras damos la bienvenida al año nuevo", agregó el alcalde saliente, que precisamente dejará su puesto en la medianoche del 31 de diciembre.
LA POLICÍA SE QUEDA SIN VACACIONES
Pero a poco más de 48 horas de la Nochevieja, el número de positivos diarios de coronavirus se disparaba a 70.000 en un solo día en el estado de Nueva York, más del doble del récord anterior.
Una marcada presencia del virus que está detrás de la nueva orden de la Policía de Nueva York, que ha prohibido a sus agentes coger vacaciones en el último día de 2021 y el primero de 2022 por una escasez de personal provocado por nuevas infecciones.
En el resto del estado neoyorquino, sí que han optado por la cancelación de diversas celebraciones, entre ellas en las localidades de Westchester, White Plains, Yorktown o Peekskill. DE EFE
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