Falta de preparación sísmica mantiene al país en vulnerabilidad ante terremotos.

El director general junto con demás miembros de la Onesvie conversan con la editora de Economía y Negocios, Cándida Acosta, sobre los daños que puede causar un terremoto en el país.Pese a estar ubicada en una zona de interacción activa entre placas tectónicas, como la placa del Caribe y la placa de Norteamérica y, contar con registros históricos de sismos destructivos, es evidenciable notar la falta de preparación y concientización sísmica que se mantiene en el país, y de ahí la necesidad de que se refuercen medidas de prevención, de sensibilidad y de apertura.
Así explicó el director general de la Oficina Nacional de Evaluación Sísmica y Vulnerabilidad de Infraestructura y Edificaciones (Onesvie), el ingeniero Leonardo Reyes Madera, frente a la posibilidad de un evento sísmico y la necesidad de prevenir el impacto de un desastre.
Reyes Madera asistió al Desayuno de Listín Diario, conducido por la editora de Economía y Negocios, Cándida Acosta; en compañía de la especialista en ensayos de laboratorio y levantamiento estructural, la ingeniera Flor Lima; el director de la Dirección Científica Sismorresistente, el ingeniero Pedro Iván Márquez, y de Anyeline López, del Departamento de Comunicaciones.
El funcionario afirmó que su misión es la prevención de estos desastres, contando con la experiencia y el personal capacitado para abordar este problema.
Creado en el año 2001, mediante el decreto 715-01, la Onesvie mantiene entre sus objetivos principales la revisión y evaluación de las edificaciones e infraestructura para mitigar el riesgo de derrumbe ante las posibles alertas sísmicas.

Director general de la Onesvie, ingeniero Leonardo Reyes Madera.
Entre las primordiales edificaciones evaluadas por la institución figuraron aquellas que tenían más de 50 años, sin ser supervisadas como instituciones públicas del sistema educativo y de salud, agregándose sucesivamente la infraestructura vial de los puentes, túneles, peatonales, pasos a desnivel, entre otros.
Aunque es una labor que conlleva una pesada demanda de trabajo, desde el 2020 hasta la fecha se han realizado 800 evaluaciones visuales y 40 evaluaciones detalladas que sirven de prevención para determinar el daño que podría sufrir una edificación si ocurre un terremoto.
Terminada la evaluación, cae en absoluta responsabilidad de esa institución intervenida implementar o no las recomendaciones que la Onesvie realizó; sin embargo, en la mayoría de los casos suelen ignorarse las recomendaciones, explicó Reyes Madera.
DESCONOCIMIENTO
Reyes Madera alertó que la sociedad se encuentra negada ante la posibilidad o amenaza de un terremoto en el país, pero el riesgo es más alto de lo imaginado, pues su ubicación geográfica está en una zona de interacción activa entre placas tectónicas que lo posicionan en vulnerabilidad ante una catástrofe de gran magnitud.
“Ese es nuestro primer escollo. El hecho de que, como no hay terremoto frecuente, entonces nosotros pensamos que aquí no va a temblar la tierra”, advirtió.
Al contar que el último terremoto de gran magnitudque sacudió a la nación, el 4 de agosto de 1946, fue de magnitud 8.1, en la escala de Richter, afirmó que no es necesario pagar con “sangre, sudor y lágrimas” la prevención de estas catástrofes y que con la experiencia de países más desarrollados, como Japón y Chile, es posible aprender de sus errores y crear un sistema más avanzado que permita reducir al mínimo los daños que podría causar un sismo en el país.

Director de la Dirección Científica sismorresistente, ingeniero Pedro Iván Márquez Merceron.
Para ilustrar cuánto puede afectar este tipo de evento en la población, indicó que con la catástrofe del Jet Set el 100% de la capacidad de rescate del país estaba instalado únicamente en ese edificio para sacar hasta el último cadáver, 72 horas después.
“No tenemos la capacidad instalada para dar respuesta a un terremoto, aparte de que ningún país del mundo está capacitado para eso”, señaló, al reiterar en la necesidad de la prevención y de motivar la conciencia de que hay problemas si hay un terremoto, de sensibilizar a los diferentes sectores.
En ese contexto, propuso que por ley se asigne un porcentaje del presupuesto, de los fondos de las instituciones, para evaluar las edificaciones y se haga el trabajo.
CULTURA DE PREVENCIÓN
Al detectar que muchas de las infraestructuras del país no habían sido evaluadas por más de 50 años, la institución asumió esta tarea de identificarlas, además de trabajar en conjunto con la Comisión Nacional de Emergencias para los asuntos relacionados con la edificación desde un enfoque preventivo para el sector público, dijo Reyes Madera.
Iniciada su gestión como director general, el ingeniero Reyes Madera manifestó que se ha encargado de realizar evaluaciones visuales para dar un diagnóstico a la edificación a partir de la apreciación visual de los especialistas, continuando con evaluaciones detalladas para determinar el nivel de daño que tiene la edificación y cuáles medidas o propuestas de reforzamiento se deberían utilizar para repararla.
Asimismo, se ocupó de ampliar el personal, contratando un equipo de especialistas que abarquen de manera más eficiente todas las infraestructuras del país con una metodología que priorice las evaluaciones de cada una, tomando en cuenta factores como su antigüedad, magnitud de los daños, si se trata de una vía principal o secundaria y el volumen de tráfico o personas que estas manejan a diario.

Especialista en Ensayos de Laboratorio y Levantamiento Estructural, Ingeniera Flor Lima.
Sin embargo, pese a los avances realizados en materia de innovación y actualización, la traba persistente de la falta de sensibilización y educación sísmica de los distintos sectores ha retrasado los esfuerzos que la entidad busca lograr, y que las recomendaciones analizadas sean aplicadas a la brevedad posible.
Reyes Madera indicó que, al no existir una ley que otorgue carácter de obligatoriedad a las dependencias estatales para que destinen una proporción de sus recursos a este tema, la cultura de prevención solo quedará en bonitas palabras sin acción ni resultados.
“Yo he propuesto que se asigne el presupuesto de cada institución por ley, que se asigne un porcentaje X para que se revisen todas las edificaciones de uso público a nivel nacional y, si requiere algún tipo de evaluación más detallada y algún tipo de refuerzo, usted (la institución) debe tener los recursos para hacerlo. Porque ahora mismo la mejor excusa es “no tengo los recursos”, exhortó.
De esta forma se daría la importancia que merece la prevención de catástrofes sísmicas para que de manera inmediata se ejecute un plan de acción estudiado a detalle.
TERREMOTO DE HAITÍ
Para dar más detalle de la situación de riesgo que el país enfrenta ante estos eventos naturales, cuando ocurrió el terremoto de Haití en el 2010, muchas edificaciones ubicadas en la región Sur del territorio nacional sufrieron daños permanentes que tuvieron que demolerse completamente para iniciar su reconstrucción.
Comparó que durante ese mismo año ocurrió uno de mayor magnitud en Chile, posterior a un tsunami, y la diferencia entre ambos países la calificó de abismal por el tema de prevención, preparación y capacitación que lleva el país andino.
Si tras un terremoto la isla fuera afectada por un tsunami, explicó el director de la Onesvie, el Servicio Geológico Nacional detalló que con solo un sismo de magnitud 7.5 se podrían generar olas de entre 15 y 20 metros de altura que inundarían de manera casi inmediata el Hospital Infantil Robert Reid Cabral, el Hospital de la Policía Nacional y Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Dominicana (MIREX).
La amenaza más grave se presentaría en las desembocaduras de los ríos Haina y Ozama, que carecen de barreras naturales que las protejan contra olas tan altas penetrando hasta lo más profundo y destruyendo todo a su paso, agregó.
PRIMER LABORATORIO NACIONAL DE ESTRUCTURAS
Ante este mar de muchas posibilidades y poca preparación, el ingeniero Reyes Madera manifestó que se trabaja en un proyecto para crear el primer Laboratorio Nacional de Estructuras, que permitirá realizar ensayos de elementos estructurales a escala natural en el país.
Estará ubicado en el campus universitario de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), en Santiago, y estará abierto a todas las universidades del país, donde la Agencia Japonesa de Cooperación Internacional (JAC) colaborará con la instrumentación y capacitación del personal.
Su inauguración estará programada para el próximo año y, con este paso, se abre un campo de investigación propia para la ingeniería dominicana y universidades, permitiendo estudiar más a fondo lo que se hace en el país en actividades sísmicas y edificaciones, adaptándolos a un contexto nacional sin necesidad de utilizar los códigos internacionales.

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