NUEVA YORK (AP) — Es un ángulo atractivo en la historia de un tratamiento experimental contra el virus del ébola: el medicamento se obtiene de plantas de tabaco convertidas en laboratorios farmacéuticos vivientes.
Estas plantas pueden producir proteínas complejas y valiosas para medicamentos, enfoque se estudia desde hace unos 20 años pero que no usa mucho en la industria farmacéutica.
Pero algunas compañías y laboratorios académicos lo usan para crear medicinas y vacunas contra enfermedades como VIH, cáncer, los mortal virus de Marburgo y el norovirus, conocido por provocar brotes de males estomacales en barcos de crucero, así como el ébola.
Aunque la mayoría de los trabajos usan la planta de tabaco, no es la misma que se usa para producir cigarrillos.
"No es algo que se fume", dijo Jean-Luc Martre, portavoz de Medicago, una empresa canadiense que está probando vacunas con la influenza hachas con plantas de tabaco.
Medicago tiene una nueva instalación de producción en el Research Triangle Park, en Carolina del Norte. Una vez aprobado por las autoridades federales, se espera que produzca 30 millones de dosis anuales de la vacuna contra la influenza estacional, o 120 millones de dosis para combatir un brote pandémico si el gobierno lo solicita.
Los científicos prefieren las plantas de tabaco porque crecen rápido y la ciencia entiende bien su biología, dijo Ben Locwin, asesor de la industria farmacéutica y biotecnológica de Portsmouth, Nueva Hampshire, considerado un experto en medicinas producidas a partir de plantas por la Asociación Nacional de Científicos Farmacéuticos de Estados Unidos.
La operación de Carolina del Norte pude manejar hasta 90.000 plantas. Bajo el ruido de los ventiladores, enormes hileras de plantas jóvenes crecen durante un mes, hasta que tienen aproximadamente 30 centímetros de alto. Entonces unos robots las llevan a otra parte de la instalación, las voltean y las insertan en un tanque para ser "infiltradas" con las proteínas que desean producir.
En este momento se desarrollan varios tratamientos y una vacuna contra el ébola, y uno proviene de plantas de tabaco que se cultivan en invernaderos especializados en otra operación, Kentucky BioProcessing, en Owensboro, Kentucky.
Ese tratamiento experimental, llamado ZMapp, usa proteínas llamadas anticuerpos y tiene por fin desactivar el virus del ébola y ayudar al cuerpo a matar las células infectadas. No se ha probado en personas, pero ha mostrado promesa en animales, así que la usaron en tres personas infectadas con ébola en Africa Occidental, dos cooperantes estadounidenses y un sacerdote misionero español, que falleció posteriormente.
En general, la idea de este tipo de operación es insertar en la planta el plano genético de una proteína en particular y dejar que la planta haga lo suyo, para entonces extraer la proteína de tejidos de la planta. Aunque la planta más usada es la del tabaco, se han usado otras, como el cártamo y la papa.DE AP
Pero algunas compañías y laboratorios académicos lo usan para crear medicinas y vacunas contra enfermedades como VIH, cáncer, los mortal virus de Marburgo y el norovirus, conocido por provocar brotes de males estomacales en barcos de crucero, así como el ébola.
Aunque la mayoría de los trabajos usan la planta de tabaco, no es la misma que se usa para producir cigarrillos.
"No es algo que se fume", dijo Jean-Luc Martre, portavoz de Medicago, una empresa canadiense que está probando vacunas con la influenza hachas con plantas de tabaco.
Medicago tiene una nueva instalación de producción en el Research Triangle Park, en Carolina del Norte. Una vez aprobado por las autoridades federales, se espera que produzca 30 millones de dosis anuales de la vacuna contra la influenza estacional, o 120 millones de dosis para combatir un brote pandémico si el gobierno lo solicita.
Los científicos prefieren las plantas de tabaco porque crecen rápido y la ciencia entiende bien su biología, dijo Ben Locwin, asesor de la industria farmacéutica y biotecnológica de Portsmouth, Nueva Hampshire, considerado un experto en medicinas producidas a partir de plantas por la Asociación Nacional de Científicos Farmacéuticos de Estados Unidos.
La operación de Carolina del Norte pude manejar hasta 90.000 plantas. Bajo el ruido de los ventiladores, enormes hileras de plantas jóvenes crecen durante un mes, hasta que tienen aproximadamente 30 centímetros de alto. Entonces unos robots las llevan a otra parte de la instalación, las voltean y las insertan en un tanque para ser "infiltradas" con las proteínas que desean producir.
En este momento se desarrollan varios tratamientos y una vacuna contra el ébola, y uno proviene de plantas de tabaco que se cultivan en invernaderos especializados en otra operación, Kentucky BioProcessing, en Owensboro, Kentucky.
Ese tratamiento experimental, llamado ZMapp, usa proteínas llamadas anticuerpos y tiene por fin desactivar el virus del ébola y ayudar al cuerpo a matar las células infectadas. No se ha probado en personas, pero ha mostrado promesa en animales, así que la usaron en tres personas infectadas con ébola en Africa Occidental, dos cooperantes estadounidenses y un sacerdote misionero español, que falleció posteriormente.
En general, la idea de este tipo de operación es insertar en la planta el plano genético de una proteína en particular y dejar que la planta haga lo suyo, para entonces extraer la proteína de tejidos de la planta. Aunque la planta más usada es la del tabaco, se han usado otras, como el cártamo y la papa.DE AP
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