MIAMI. Expertos de Ciencias Atmosféricas de la Universidad Estatal de Colorado actualizaron hoy a la baja su pronóstico de tormentas y huracanes para la actual temporada ciclónica, cuya actividad será “bastante por debajo de la media”.
En esta temporada, que se inició el 1 de junio y terminará el 30 de noviembre, habrá 5 tormentas tropicales (cuando el promedio es de 10,5), 3 menos de las previstas antes del inicio de la temporada, y 2 huracanes (la media es 5,5), uno menos de los vaticinados entonces. Hasta ahora no ha habido más que tres tormentas: Ana, Bill y Claudette, y ningún huracán.
Los profesores William Gray y Philip Klotzbach, responsables del Tropical Meteorology Project de la Universidad de Colorado, destacaron: “continuamos vaticinando una temporada de huracanes en 2015 bastante por debajo de la media, con el fenómeno del Niño actuando fuerte en el Pacífico”.
“Las condiciones para la formación de huracanes en el trópico atlántico son desfavorables (...) y las probabilidades de que un huracán toque tierra en Estados Unidos y el Caribe están por debajo de la media”, destacaron los expertos en su informe.
El desarrollo del fenómeno de El Niño en el Pacífico inhibe la formación de tormentas en el Atlántico y tiene un efecto directo en la escasa formación de fenómenos meteorológicos.
A esto hay que añadir, apuntaron los dos científicos, la “alta presencia de vientos verticales cortantes durante julio en el Caribe”, otro factor inhibidor.
En ese contexto, las posibilidades de que un huracán impacte las costas estadounidenses son de un 23 %, muy por debajo de la media registrada el siglo pasado (52 %).
Florida y la costa este del país cuentan con apenas un 12 % de riesgo de ser azotadas por un ciclón de categoría mayor, cuando la media en el siglo pasado era del 31 %.
En cuanto al Caribe, las posibilidades de que un huracán de categoría mayor (3,4 o 5 en la escala Saffir-Simpson) se desarrolle en sus aguas son de un 17 %, frente al 42 % registrado en el siglo XX.
Queda el registro de tres años consecutivos (2012, 2013 y 2014) tranquilos y de poca actividad ciclónica, con solo dos huracanes (ninguno de categoría mayor) y 13 tormentas en la temporada de 2013, lo que la convirtió en la más calmada desde 1994, un cómputo al que es muy probable que haya que sumar el de esta temporada.
No obstante, los expertos de la Universidad Estatal de Colorado exhortaron a la población a no bajar la guardia, ya que en una temporada de huracanes tranquila, como la registrada en 1992, con la formación de solo siete tormentas, un solo huracán puede causar una verdadera catástrofe, como fue el caso del poderoso huracán Andrew.
Con sus devastadores vientos de más de 252 kilómetros por hora, Andrew barrió las ciudades de Homestead y Florida City, dejó 15 muertos, destruyó 25.500 casas, dañó a otras 100 mil viviendas y dejó a 250 mil personas sin techo, además de daños por 25 mil millones de dólares.DE EFE
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