Gracias a un minúsculo dispositivo colocado debajo de la piel de su perrita, Claudia Rodríguez pudo identificar y reencontrarse con Choki, luego de una búsqueda de varios meses.
La Bichón maltés estaba sucia y sin collar, y aunque la joven dice que había reconocido a su mascota, ¿cómo supo que realmente se trataba de Choki? Porque cuatro meses antes, Claudia le había colocado un microchip que contenía una numeración.
Y bastó con llevar a la perrita a la veterinaria para que un lector de chips le confirmara que el número que mostraba la diminuta cápsula casi a la altura de la nuca era el mismo que estaba registrado en la tarjeta de control del animal.
Para eso sirven estos microchips que se implantan desde hace varios años en el país, explica Félix Flores, presidente del Colegio Dominicano de Médicos Veterinarios (COLVET): como un medio para identificar mascotas y otros animales perdidos o robados.
¿Qué es y cómo funciona? Se trata, comenta Flores, de una pequeña cápsula del tamaño de la punta de un lapicero o un granito de arroz fabricado con una sustancia de polietileno que contiene un código numérico. Este aparatito se le inserta por vía subcutánea al animal, generalmente en el área de la escápula.
El microchip solo contiene una numeración seriada y una vez aplicado únicamente se puede ver con el lector. El veterinario entrega al dueño una tarjeta plastificada con este número. La misma numeración deberá estar registrada en la tarjeta de control del animal, la que contiene toda la información relacionada con su pedigrí e historial sanitario.
¿Por qué vale la pena tener la mascota identificada con microchip? “Si la mascota se pierde, es posible que no la consigas nunca por el microchip, pero es muy probable que si ves el animal y este te reconoce, imagínate que sea un caso de robo y va a la justicia, se busca un lector de chips, se le pasa al perro y si la numeración del lector coincide con la numeración que guarda el dueño, definitivamente el animal es de esa persona”, sostiene Huáscar Ariza, vicepresidente del COLVET, en entrevista con LISTÍN DIARIO.
Otra forma de sacarle provecho al chip es al momento de viajar.
“No puedes viajar a ningún país de la Unión Europea con un animal si este no tiene implantado el microchip, porque al llegar al destino Sanidad Animal le pasará un lector y si no lo encuentra lo ponen en cuarentena y hasta lo pueden devolver”, apunta Ariza.
Flores agrega que los países europeos son muy estrictos con las mascotas y los animales en general y exigen normas muy específicas para dejarlos entrar a sus territorios.
“Los gobiernos municipales, como ellos les llaman, tienen un
control de todos sus animales porque estos pagan impuestos también.
El número del chip debe coincidir con el registrado en la tarjeta de control y esa tarjeta es como el pasaporte de la mascota.
Cuando viajas, es obligatorio presentar todos los documentos de sanidad de tu animal”.
Más usado en animales menores
El microchip viene en una especie de cánula o jeringa y se coloca como si de una inyección se tratara.
La numeración del microchip queda implantada bocarriba y abierta. No causa molestias y se puede injertar en cualquier especie.
La aplicación en República Dominicana es más frecuente en animales menores, especialmente perros y gatos. Hace poco, explica Flores, la Dirección General de Ganadería (Digega) inició la colocación de microchips en bovinos.
“A estos se les está poniendo un número seriado en la oreja izquierda y en estos casos se requieren lectores más eficientes, que leen distancias de hasta unos 20 o 30 metros”.
Según Flores y Ariza, médicos veterinarios con decenas de estos implantes en sus perfiles profesionales, los dispositivos que llegan a República Dominicana para animales menores solo contienen número y letras y no sirven como localizador del animal.
No son GPS, aclaran, aunque sí existen microchips más sofisticados cuya lectura lleva a una base de datos del animal.
“Aquí estamos en pañales todavía en cuanto a veterinaria, pero hay empresas que venden microchips en blanco, con un software para que pases la información de la mascota al dispositivo. Mientras tanto, los que están llegando aquí son los que tienen numeración y letras”, expresa Flores.
Ariza dice que los chips que integran programas muy especializados y códigos encriptados se implementarán en algún momento, aunque todavía la práctica de colocar el chip aquí es muy reducida, como reducida es, asegura, todo lo relacionado con la tenencia responsable de animales en República Dominicana.
“Aquí pocos conocen las funciones del microchip. Ahora, si yo tuviera un animal de alto valor genético, de alto pedigrí, le pondría el microchip porque la mayor parte de los animales que ves vendiendo en las avenidas son robados”, expresa al repecto Flores. FUENTE LISTIN DIARIO
No hay comentarios:
Publicar un comentario