Tras la Reforma Protestante cinco siglos atrás, Suecia se convirtió en un lugar de infortunio para los católicos: quienes no aceptaban la nueva fe luterana eran expulsados o ejecutados.
Hoy en día las circunstancias son totalmente distintas y el papa Francisco llega al país escandinavo la semana entrante para conmemorar el cisma en la cristiandad generada por la revuelta de Martín Lutero.
La Iglesia Luterana, antes omnipresente, ahora está perdiendo fieles en Suecia, ahora un baluarte de tolerancia donde la pequeña comunidad católica está creciendo en gran parte gracias a la inmigración.
"Ahora tenemos una situación en que la Iglesia Católica es una parte importante de la vida social" del país, dijo monseñor Furio Cesare, vicario de la diócesis católica de Estocolmo.
El lunes, Francisco estará junto con líderes luteranos para un servicio ecuménico en la ciudad de Lund, en el sur, iniciando la conmemoración del 500 aniversario de la Reforma. Asistirá a otro evento ecuménico en Malmo, donde a pedido de la comunidad católica sueca oficiará misa en un estadio de fútbol antes de regresar a Roma.
Aunque tanto la prensa como el gobierno local le han dado escaso énfasis a la visita papal, la comunidad católica está sumamente entusiasmada. En apenas una hora se agotaron las entradas para el evento del lunes en Malmo. Se calcula que más de 15.000 personas irán a la misa del martes.
La visita de Francisco es el comienzo de un año en que conmemorará los 500 años de la célebre denuncia de Martín Lutero de los abusos de la Iglesia Católica.
Funcionarios del Vaticano insisten en que Francisco no está celebrando las 95 tesis en protesta por la venta de indulgencias, sino conmemorando solemnemente el evento. Además, tanto católicos como luteranos dicen que desean pedir perdón por los cinco siglos de divisiones y expresar su agradecimiento por el diálogo oficial católico-luterano que comenzó 50 años atrás.DE AP
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