Con trece personas cumpliendo medidas de coerción, diez de ellas en prisión entre domiciliaria y en cárceles del país, la atención en el caso de los sobornos de la constructora Odebrecht se centra en lo inmediato en Bernardo Castellanos de Moya, único de los acusados que aun no ha pisado un tribunal por este caso.
Hace 17 días que arrancaron los arrestos a prominentes figuras de la vida política y empresarial del país, acusados de recibir, tramitar o entregar coimas para que la constructora brasileña se hiciera de obras importantes en República Dominicana.
Castellano de Moya, quien se desempeñó como director técnico de la Empresa de Generación Hidroeléctrica Dominicana (Egehid), es el único del grupo de los catorce acusados que no ha sido detenido, y la razón es que al momento de comenzar los arrestos se encontraba fuera del país, supuestamente en Panamá, cumpliendo con compromisos profesionales.
“Tengo un compromiso ético, moral y profesional con las instituciones que han contratado mis servicios profesionales y confiado en mí y, ante la sorpresa de la noticia que me he enterado en el día de hoy, estoy agilizando la finalización de dichos compromisos profesionales, que había adquirido previamente”, explicó en un comunicado, justo el día después de presentarse acusación en su contra.
Castellanos de Moya dijo que sus intenciones eran retornar al país y “presentarme a la Justicia a la brevedad posible”.
Las autoridades del ministerio público informaron que dispusieron orden de captura internacional, a través de la Interpol, contra Castellanos.
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