Atemorizadas, pero con la fe de que Dios no permitirá que sus casas sean inundadas nuevamente por el río Ozama, dos mujeres que viven en La Ciénaga, a orillas del citado afluente, comenzaron a orar para pedirle a Jesucristo que el huracán María no pase por República Dominicana.
La corriente del río Ozama ha aumentado con las pocas lluvias que han caído desde ayer, y fue precisamente esa situación lo que motivó a Cibelys Cabrera, de 43 años, y a su vecina Ruth, a pedirle a Dios que no permita que sus casas se inunden.
“La corriente va rápida y no estaba así. Con el huracán Irma no estaban así. Nosotros intercedemos a Dios y le pedimos misericordia, porque nosotros no tenemos nada con qué protegernos”, dijo Cibelys.
Cabrera, quien tiene toda la vida viviendo a orillas del río Ozama, expresó que ya comenzó a subir los ajuares de su casa arriba de la mesa, por si el río sube.
Expresó que cuando pasó el huracán Irma, lo único que dijo fue: “Dios, yo estoy agarrada de tus manos, porque sabes que no tengo nada”.
Añadió que van a esperar lo que suceda, porque no tienen nada qué hacer. En caso de que el río penetre sus viviendas, se alojarán en casas de vecinos o familiares.
Los dominicanos esperan para esta noche y para mañana la llegada del huracán María, que durante todo este miércoles ha afectado a la vecina isla de Puerto Rico.
República Dominicana colocó a once provincias en alerta roja por el paso del huracán María, y el resto de sus demarcaciones también fueron colocadas bajo advertencia.
Los efectos del huracán María comenzaron a sentirse esta mañana en todo el territorio nacional.
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