Las restricciones de viajes a Cuba y prohibiciones de hacer negocios con ciertas empresas de la isla anunciadas en junio por el presidente Donald Trump entrarán en vigor este jueves, según anunció hoy el Gobierno estadounidense.
El Departamento del Tesoro publicó hoy las nuevas regulaciones para los viajes y el comercio con Cuba, que se implementarán de forma inmediata en el marco de la decisión de Trump de congelar la normalización de las relaciones bilaterales emprendida por su predecesor en la Casa Blanca, Barack Obama.
"Hemos fortalecido nuestras políticas hacia Cuba para alejar la actividad económica de las fuerzas militares cubanas y alentar al gobierno (del presidente Raúl Castro) a avanzar hacia una mayor libertad política y económica para el pueblo cubano", destacó en un comunicado el secretario del Tesoro de EEUU, Steven Mnuchin.Como ya adelantó Trump en un discurso en junio en Miami en el que anunció los cambios en la política hacia la isla, a partir de ahora los estadounidenses tendrán prohibido hacer transacciones con entidades cubanas controladas por los servicios militares, de inteligencia y de seguridad.
Por otro lado, los viajes individuales de estadounidenses a la isla para abrir contactos con el pueblo cubano "que no tengan carácter académico ya no estarán autorizados", de acuerdo con el Departamento del Tesoro.
No obstante, algunos de esos viajes, antes autorizados, se podrán llevar a cabo si el interesado compró el billete de avión o hizo su reserva de alojamiento antes del pasado 16 de junio, fecha en la que Trump anunció la nueva política hacia Cuba.
En cuanto a los llamados "viajes de apoyo al pueblo cubano", el Gobierno de EEUU exigirá a partir de ahora que los interesados participen "en un programa de actividades de tiempo completo que impliquen una interacción genuina con individuos en Cuba".
Las nuevas normas se publicarán este jueves en el Registro Federal de EEUU y entrarán en vigor de manera inmediata.
Trump prometió durante su campaña electoral endurecer la política hacia Cuba y, aunque no ha llegado a cortar las relaciones diplomáticas, restablecidas bajo el mandato de Obama, sí ha dejado claro que apoya mantener el embargo económico impuesto hace más de medio siglo a la isla.
Las relaciones se han tensado todavía más a raíz de los supuestos ataques acústicos que, según EEUU, han causado síntomas físicos a 24 diplomáticos estadounidenses destinados en La Habana, mientras Cuba acusa a Estados Unidos de mentir al respecto.
A causa de esos supuestos ataques, el Departamento de Estado ha retirado a más de la mitad de su personal en La Habana, expulsado a dos tercios de los funcionarios de la embajada cubana en Washington y recomendado a los estadounidenses que no viajen a Cuba.DE EFE
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