Como cada año, las especies más carismáticas del Atlántico se encuentran en las aguas dominicanas para divertirse en sus todavía cálidas aguas, parir a sus crías y aparearse.
Aunque la temporada oficial de observación comienza en enero, las jorobadas (Megaptera novaeangliae) empiezan a llegar a finales de diciembre al Santuario Bancos de la Plata y de la Navidad desde diferentes puntos del Atlántico Norte.
Los operadores turísticos ya tienen fechas para ir a visitarlas. Si te anotas en la lista, y como cada temporada, seleccionamos algunas recomendaciones que harán más placentera la experiencia.
LA VISITA. El tour todo incluido es recomendable para las personas que las visitan por primera vez, pues así no tendrán que preocuparse más que por pasarla bien, pero casi todos zarpan desde el muelle de Santa Bárbara, en Samaná. Ahora, ¿quieres contribuir con la economía de las otras comunidades aledañas al santuario? En autobús o vehículo privado, llega hasta los puntos desde donde también salen los botes, ubicados en Villa Clara, Carenero y Las Galeras (Samaná); Sabana de la Mar y Las Cañitas (Hato Mayor) y Miches (El Seibo). Para tu seguridad, procura que estén certificados por el Ministerio de Medio Ambiente.
QUÉ LLEVAR. Bloqueador solar, agua, ropa cómoda y una pastilla para el mareo que debes tomar minutos antes de partir. La pastilla es útil porque a veces los barcos permanecen mucho tiempo en alta mar, y el bamboleo de la embarcación te puede provocar náuseas. En todo caso, puedes verlas gratis desde el observatorio terrestre de Punta Balandra, a 14 kilómetros del centro de Samaná, tomando la carretera hacia Las Galeras.
TURISMO. Los turistas extranjeros son los que más disfrutan del espectáculo. El año pasado, de los 57,708 visitantes registrados en el santuario 8,038 fueron dominicanos y 49,670 de otros países.
Según datos publicados por Medio Ambiente, se calcula que fueron vistos unos 521 individuos. Hace una década, la población de los cetáceos que llegaban a nuestras costas se estimaba entre 2,500 y 3,000. Estas cifras confirman el estado de vulnerabilidad y amenaza de las jorobadas y por ello debes exigir que se cumplan las regulaciones de avistamiento.
En 2017, el Santuario Agoa (Antillas Francesas) y el santuario dominicano firmaron una alianza de colaboración para compartir y desarrollar acciones de protección no solo de las jorobadas, sino de todos los mamíferos marinos que habitan o visitan las aguas caribeñas.
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