sábado, 17 de marzo de 2018

Las miradas están en las internas del PRM

Guarionex Rosa | ANALISTA POLÍTICO
Por encima de los afanes y el entusiasmo del Partido Revolucionario Moderno (PRM), para celebrar su convención de mañana, está quizá, entre todos, la vista puesta en las elecciones del año 2020, para las cuales podrían aspirar Luis Abinader e Hipólito Mejía.
Fuera del poder durante los últimos tres períodos que han sido dominados por los dirigentes del Partido de la Liberación Dominicana(PLD), Leonel Fernández y Danilo Medina, el PRM busca desbancar al oficialismo, lo que saben bien no es una tarea fácil.
Más que sutilmente hay una lucha entre Abinader y Mejía, expresidente de la República durante el período 2000-2004, aunque como adversarios cordiales internos, han puesto sordina a sus malquerencias mientras privilegian como lo importante la convención.
Mejía era hasta hace algún tiempo el favorito para ganar la convención nacional para la elección de presidente y vicepresidente, que todavía no tiene fecha, pero Abinader parece haber repuntado, sostenido por el 35% que obtuvo en los comicios del 2016.
Sus adversarios lo acusan de no presentar un programa contra la administración actual del gobierno y su partido, sino que se ha limitado a denunciar la corrupción y la inseguridad, aunque dirigentes de su partido han sido mencionados en el primero de los casos.
Abinader, un empresario de las nuevas generaciones que surgió al primer plano tras la ruptura de un grupo de dirigentes del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) parece ser el aspirante con mayores posibilidades de alcanzar la aspiración presidencial.
La convención del domingo, dividida en tres etapas A, B y C, se atendrá a la elección de directivos como presidente, el secretario general y hasta 21 subsecretarios y posiciones nacionales. Le seguirán las etapas B y C, para elegir a todos los funcionarios partidarios. Se trata de un esfuerzo mayúsculo para un partido que para el 2020 habrá estado fuera del poder durante 20 años, aunque tiene una fracción parlamentaria, alcaldes y regidores y alguna representación en cualquier caso minoritaria en las cortes superiores.
El reto del PRM, que encargó al veterano dirigente Tony Raful de organizar la convención, es hacerla sin incidentes que puedan mostrar a los electores un rompimiento con el estilo revoltoso del anterior PRD, del cual emanó la agrupación.
Escasa dimensión
Aunque el PRM es el principal partido de la oposición, muy distante de las otras agrupaciones políticas que se denominan como tal, la dimensión publicitaria de su convención ha sido escasa. En los medios de comunicación se ha publicado poco sobre la misma.
Esa es una mala señal. Una convención como la del PRM debió concitar una mayor difusión y mejor atención de los medios de comunicación, dado que ese partido podría ganar las elecciones del 2020, ante la incertidumbre de lo que hará el PLD.
Al PRM pudiera perjudicarle el hecho de que el gobierno del presidente Medina y sus agencias tienen una publicidad institucional impresionante, que de una manera u otra  beneficia al partido oficial, en desmedro de la oposición.
En cambio, hay quienes acusan a los líderes del PRM, Abinader y Mejía, de tener escaso contacto con los dirigentes de medios y con los comunicadores en sentido general, dejando esa tarea para que la cumplan sus propios difusores, sobre todo en radio y televisión.
El mostrar, al término de la convención del domingo una consolidación del PRM, podría señalar un  cambio en la visión bastante generalizada de que es un partido perdedor, llamado a ser derrotado por el oficialismo con reelección o sin ella.
Con su consigna “la nueva cara del cambio”, Abinader quiere tomar una distancia de la vieja dirigencia que encarna Mejía, pero también algunos mayores que activaron toda la vida en el PRD y que, aunque son marcados como “ancianos”, lucen tan activos como los jóvenes.
La competencia
Por los principales puestos nacionales del PRM se proponen al senador de Puerto Plata, José Ignacio Paliza y para la secretaría general, Carolina Mejía de Garrigó, hija del ex presidente Mejía y antigua candidata vicepresidencial en las elecciones del 2016.
Paliza es un político con brillo propio y muchas condiciones. Fue el más firme de los legisladores que interrogaron a los miembros de la Cámara de Cuentas, CC en el 2008, para su ratificación. Hizo valer su condición de opositor sin piedad.
Le preguntó a la entonces presidenta de la CC, doctora Licelott Marte de Barrios, quien buscaba ser reconfirmada sobre las auditorías que se hacían a los funcionarios y que ellos no le ponían caso. La entonces funcionaria le dijo: “Usted quiere que yo le ponga una pistola”.
Paliza fue miembro por la oposición del Consejo de la Magistratura que presidió el presidente Medina. Tras participar activamente en las discusiones en el Palacio Nacional para escoger a sus integrantes, no firmó el acuerdo que consagró a los actuales miembros.
Su elección a la presidencia del PRM, como la de Mejía de Garrigó pareció un “quid pro quo”, dando y dando entre los altos dirigentes del partido, lo que proyectaría a la hija del presidente como dirigente partidaria de primer rango con algún futuro.
El Centro Económico del Cibao (CEC), publicó hace días una encuesta en la que otorga el 44% del voto partidario al senador Paliza; un 17% al veterano dirigente, Andrés Bautista; 15% para Geanilda Vásquez y 10% para Jesús Feris Iglesias.
Mejía de Garrigó, según esa encuesta, tiene un aplastante 58%, contra Jesús Vásquez, el 29%. La alta preferencia por la hija del presidente Mejía podría deberse a sus méritos propios, a los de su padre y que fuera parte del acuerdo entre los altos líderes políticos.
Por primera vez el PRM celebra una convención con su padrón de militantes que lo componen 523,000, según informó Raful. La Junta Central Electoral, JCE, está al corriente de toda la organización y contribuyó que la misma se llevara a cabo correctamente, según dijo.FUENTE LISTIN DIARIO

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