Johannesburgo.- Pese a nacer destinado a ser consejero de la casa real de una tribu de Sudáfrica, Nelson Mandela habría cumplido 100 años este 18 de julio como icono global, aunque sean sus compañeros del CNA los que levantan más alto su bandera.
Fallecido en 2013, al que fuera el primer presidente de la democracia multirracial sudafricana (1994-1999) se le llama aún “padre de la nación” y para celebrar su centenario el país está realizando un sinfín de homenajes, desde conciertos a billetes conmemorativos, carreras populares y campañas solidarias.
Pero los que levantan más alto la bandera de “Mandela” en este 2018 son sus compañeros del Congreso Nacional Africano (CNA), el movimiento de liberación que contó a “Madiba”, como le llaman popularmente, entre sus líderes y que después, convertido en partido político, lo aupó a la Presidencia sudafricana.
Desde aquel 1994, el CNA se mantiene en el poder en Sudáfrica y ha ganado todas las generales con más de la mitad de los votos, imbatible pese a la aparición de nuevos partidos, los escándalos de corrupción y problemas enquistados como el elevado desempleo (26,7 %) o una desigualdad social récord en el mundo.
“Este año nos da una oportunidad de reafirmar nuestra visión de una sociedad no racial para construir una Sudáfrica que pertenezca a todos los que viven en ella, negros y blancos”, dijo el actual presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, durante el lanzamiento oficial del centenario el pasado 11 de febrero, en coincidencia con el aniversario de la fecha de salida de Mandela de la cárcel (1990).
“Este centenario ofrece una oportunidad de restaurar en la vida nacional los valores y principios que tan firmemente defendió. Ofrece una oportunidad de devolver nuestra lucha al camino por el que Nelson Mandela nos guió”, agregó Ramaphosa.
En los 27 años y medio que pasó en la cárcel y a pesar de los esfuerzos del Gobierno segregacionista para mantener su rostro alejado de la luz pública y su voz en silencio, Mandela se volvió el preso político más famoso del mundo y el gran icono de la lucha contra el “apartheid” a ojos de la comunidad internacional.
Tras su liberación, su espíritu de perdón y reconciliación, sus discursos y su inquebrantable defensa de los pobres y los oprimidos acabaron por convertirle en un ejemplo global, además de granjearle el Nobel de la Paz (junto al expresidente Frederik Willem de Klerk) en 1993. Por ello, no solo Sudáfrica sino también el mundo celebrarán este centenario, ya que su legado moral es hoy patrimonio de la humanidad.
La propia ONU reconoce, desde 2009, el 18 de julio como el “Día Internacional Nelson Mandela” y anima a dedicarlo a actividades solidarias y a “promover condiciones de encarcelamiento dignas, sensibilizar acerca del hecho de que los reclusos son parte integrante de la sociedad”.
La proclamación se produjo en reconocimiento a su trayectoria “como líder y promotor de la lucha por la liberación y la unidad de África, y su excepcional contribución a la creación de una Sudáfrica no racial, no sexista y democrática” así como su “dedicación al servicio de la humanidad a través de su labor humanitaria”.
Los admiradores internacionales de Mandela van desde el expresidente estadounidense Barack Obama -quien será el ponente de honor el próximo martes en una conferencia especial organizada por la Fundación Mandela- a la ex supermodelo Naomi Campbell. “Sus valores y sabiduría dejaron una huella duradera en este mundo.
Valoro todo lo que me enseñó sobre dar, compartir y perdonar”, afirmó Campbell este lunes, durante el lanzamiento del festival solidario Global Citizen, que este diciembre honrará a “Madiba” con Beyonce, Jay-Z y Ed Sheeran como cabezas de cartel.
La próxima semana, Mandela volverá a ser protagonista, aunque a la Sudáfrica que soñó todavía está lejos de haberse hecho realidad, ya que quedan cicatrices del pasado racista y la mayoría negra sigue siendo el estrato más pobre y vulnerable de la sociedad.DE EFE
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