martes, 1 de enero de 2019

ESPECIALISTA Epidemiólogo: Hay debilidad en la aplicación del protocolo para evitar la rabia humana

  • Epidemiólogo: Hay debilidad en la aplicación del protocolo para evitar la rabia humana
Juan Salazar
juan.salazar@listindiario.com
Santo Domingo
El epidemiólogo José Sehuoerer afirmó ayer que los casos de rabia humana que se están presentando en el país evidencian una grave falta de vigilancia y de debilidad en la aplicación del protocolo para el manejo de la enfermedad. 
El especialista dijo que todas las enfermedades tienen protocolos de manejo, tanto a nivel público como privado, avalados por el Ministerio de Salud Pública y la Organización Mundial de la Salud  (OMS).
“Si nosotros cumplimos con la aplicación de los protocolos, no es que no habrá muertes, pero el número del indicador de los decesos por rabia humana se reduciría a la mínima expresión”, precisó Sehuoerer, quien tiene un postgrado en Salud Pública y Administración Hospitalaria.
Advirtió que cuando se presenta un brote, como ha ocurrido en la provincia Pedernales, con un saldo hasta ahora de tres niños muertos por rabia humana, lo primero que indica el protocolo es realizar una inmunización colectiva.
Sugirió que todas las unidades de atención primaria y hospitales sean dotados de la vacuna contra la rabia para que los afectados reciban la inmunización de inmediato, tomando en cuenta que las autoridades del sector salud han dicho que hay suficientes dosis en el país.
“No se explica por qué si aparece un brote y habiendo la vacuna, que no se aplique el protocolo para el manejo de la enfermedad. En los casos detectados ha habido una violación garrafal del protocolo para el manejo de la enfermedad”, indicó Sehuoerer.
Exhortó a poner una especial vigilancia a la frontera con Haití, ya que la mayoría de las enfermedades infecto-contagiosas provienen de la nación con la que República Dominicana comparte la isla.
“Hay que tener una estricta vigilancia fronteriza, porque cualquier animal contagiado cruza la frontera, muerde a cualquier ser humano, y se desata un brote inmediatamente”, añadió.
Considera que  los protocolos para tratar cualquier enfermedad  no son clichés, sino una realidad avalada por la OMS y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que asegura han sido enviados a hospitales, clínicas rurales y centros de atención primaria. 
Sehuoerer precisó que la Dirección General de Epidemiología es una vigilante constante y continua en la aplicación de los procolos.
En el protocolo para el manejo de la rabia humana, elaborado en el año 2016, están detallados los pasos a seguir para la prevención, el manejo, el diagnóstico, el tratamiento, la actuación y la atención de casos de la enfermedad, con las debidas especificaciones para cada actor del sistema de salud, así como con orientaciones puntuales a las familias con un pariente mordido por un animal capaz de transmitir el mal.
La guía específica incluso que Salud Pública autoriza la utilización y reproducción de este documento para actividades académicas y sin fines de lucro.  Su contenido, indica en la introducción, es el resultado de las consultas realizadas con los expertos de las áreas y las sociedades especializadas involucradas, tras el análisis de las necesidades existentes en torno al tema en el Sistema Nacional de Salud.
A raíz de las muertes por rabia humana registradas en este año, incluidos dos casos recientes de niños infectados en la provincia Pedernales, con el deceso de uno de ellos por el virus, especialistas han advertido sobre las debilidades en la aplicación del protocolo para el manejo de la enfermedad.
La guía para el manejo de la rabia humana existe desde el año 2016 en un documento titulado “Protocolos de Atención Salud Pública”, Volumen I, elaborado por varios especialistas en el área, el cual ha sido colocado junto a los protocolos para el manejo de la tuberculosis y el ébola.
Junto al protocolo, destaca también que desde el año 2005 se implementa la estrategia nacional “Movilización Tolerancia Cero” a la rabia humana, una enfermedad de notificación obligatoria, de atención prioritaria y considerada por las autoridades sanitarias un problema de salud pública.
El objetivo primordial de ese protocolo estipulado en el volumen no puede ser más elocuente: “Dar un seguimiento continuo y sistemático a las personas agredidas por animales transmisores del virus de la rabia, para prevenir y manejar de manera oportuna los casos sospechosos de rabia humana y animal”.
El instrumento muestra de una manera muy clara cómo proceder en caso de una exposición leve o de alto riesgo, qué hacer si el animal ha sido ubicado o si no aparece, en cuáles casos aplicar las cinco vacunas necesarias para evitar el contagio, la aplicación de la dosis en función del peso de la persona afectada, cómo proceder dependiendo del lugar donde se produce la mordedura, cómo curarla, en fin todo el procedimiento antes, durante y después del ataque.
A los familiares las recomendaciones son no vacunar a los animales que han agredido a personas, ya que esta operación puede alterar el periodo de observación. Llevar su mascota  a vacunar contra la rabia anualmente, esterilizar o castrar a sus mascotas para ayudar a reducir el número de animales domésticos no deseados. Limpiar la herida con abundante agua y jabón tan pronto se produce una mordida.
También no sacrificar a los animales que han agredido a personas antes de concluir el período de observación de 15 días, a menos que experimenten signos compatibles con la rabia.

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