En su largo recorrido de 36 años la entrega de Premios Soberano ha sorteado todo tipo de dificultades que la han fortalecido y le han dado la permanencia y la credibilidad social.
En su historia, registra un cambio del nombre, la utilización de cuatro escenarios diferentes y una cancelación del evento por pandemia.
Además, se cuentan decenas de protestas, críticas, denuncias, renuncias, inconformidades...
Ningún año luce exento de algún dolor de cabeza para sus organizadores. Sin embargo, las encuestas que se realizan pos premiación son claros indicativos de la aprobación ciudadana a la premiación artística.
La mayor de la crisis se presentó en 2012 cuando los familiares de Casandra Damirón anunciaron el 6 de agosto de ese año, a través de espacios pagados en algunos periódicos, el retiro del nombre de La Soberana de los premios que anualmente organiza Acroarte, debido a que, según ellos, entre otras cosas, la huella de la gran intérprete está ausente de las galas, “única gran recompensa que la familia recibía”.
Al final, los herederos de Damirón y los directivos de la Asociación de Cronistas de Arte (Acroarte) y Cervecería Nacional Dominicana (ambas instituciones comparten la tutela de la premiación) no pudieron ponerse de acuerdo y finalmente se decidió cambiar de nombre.
Desde entonces se pasaron a nombrar Premios Soberano, que la noche de este martes 15 de junio tiene una nueva entrega desde el hotel Jaragua, bajo la producción de René Brea y Caribbean Media World.
+ Cancelación
Ocho años después de que pasara a llamarse Soberano, la premiación enfrentó otro de sus grandes retos: la pandemia del coronavirus y la crisis interna de Acroarte tras las elecciones del 2019 y la disputa de las dos planchas participantes que empataron 101 a 101 en los comicios.
En efecto, por primera vez en su historia, la gala de premio era cancelada durante un año.
El 20 de marzo de 2020, la Cervecería Nacional Dominicana anunció que canceló de manera definitiva la entrega por ese año de Premios Soberano para dirigir sus esfuerzos en combatir el Covid-19.
“Hemos decidido en conjunto con la Asociación de Cronistas de Arte cancelar definitivamente la edición 2020 para dirigir todos nuestros esfuerzos al combate del Codiv-19”, publicó la empresa.
+ Cuatro escenarios
Los cambios de escenarios también han sido otro desafío a superar. Cuatro han sido las casas que los albergó: Teatro Olimpia, Bellas Artes y este año 2021 por primera vez en el hotel Jaragua.
De manera sorpresiva, en mayo pasado se anunció que la gala de este 2021 ya no tendrá al Teatro Nacional como escenario como se había anunciado.
Aunque se confirmó el salón La Fiesta del hotel Jaragua como escenario principal, en adición también se harán transmisiones desde la Zona Colonial y el Monumento de Santiago.
Cervecería y Acroarte alegaron que se cambió el Teatro Nacional como parte “de las innovaciones que trae la edición 2021” y atendiendo las medidas de seguridad por la situación sanitaria que vive el país con el COVID-19.
+ Polémicas
Las polémicas han sido parte inevitable desde el mismo comienzo de la premiación, en 1985. En algunos casos sucedieron situaciones entre nominados o ganadores.
Según el libro “Premios Casandra: Historia de Acroarte”, de Carlos T. Martínez, la noche de la primera entrega en el desaparecido Cine Olimpia de la calle Palo Hincado (15 de abril de 1985), el pianista Luis Oscar Valdez Mena le escupió el rostro a la cantante lírica Ivonne Haza, quien había ganado la estatuilla como Artista Clásico del Año, categoría en la que el ya fallecido músico también estaba compitiendo.
Después del despliegue que le dio la prensa a la lamentable acción, Ivonne explicó que aun cuando el ataque tuvo lugar al momento de ella retornar con la estatuilla, en los camerinos, Valdez Mena había comentado que no podía haber otro ganador que no fuera él en la categoría en cuestión.
Carlos T. Martínez apunta que alrededor de la llamada “Guerra de las papeletas”, que se produjo en 1985 entre Rahintel y Color Visión, también bailaron Acroarte y los premios Casandra.
Las disputas entre ambas televisoras por mantener la exclusividad de artistas y figuras en sus programas, provocaron distanciamientos entre figuras del medio televisivo, situación a la que no escaparon los ya fenecidos Freddy Beras Goico y Milton Peláez, el primero ligado a Televisa (Color Visión), y el segundo a Rahintel (hoy Antena Latina, Canal 7).
Fruto de esa competencia, al ganar más estatuillas la gente de Televisa y Color Visión en la segunda entrega de los premios Casandra en 1986, Peláez la emprendió públicamente en contra de Acroarte. Desde entonces se distanció de todo tipo de actividades relacionadas con la asociación y la premiación.
El productor de los programas “Sabroshow” y “Lo mejor del domingo”, por el Canal 7, se retractó más adelante, y arrepentido, pidió excusas a la institución.
Los diarios se hicieron eco de las declaraciones en las que Peláez decía que en ningún momento fue intención suya dañar la reputación de los miembros y dirigentes de Acroarte, entidad a la que reiteró su respeto.
+ El caso de Pololo
Durante la tercera edición, en el teatro de Bellas Artes el 11 de enero de 1987, Freddy Beras abandonó la sala del teatro.
El conductor de "Con Freddy y punto" en entonces no estuvo de acuerdo con que una empresa donara en pleno ceremonial la suma de RD$5,000 a familiares del fallecido comediante Julio César Matías (Pololo).
Beras Goico entendía que la forma en que se había realizado era una ofensa a la memoria del recordado humorista y a su familia.
El impasse se convirtió en la comidilla de la época, llegando a comentarse no sólo en los periódicos y programas de radio, también los noticiarios de televisión le dedicaron editoriales.
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