Corea del Norte realizó más de 200 disparos con fuego de artillería contra una isla del noroeste de Corea del Sur, lo que dejó al menos dos soldados muertos.
Según los últimos informes, otros dos militares y dos civiles resultaron heridos.
Muchos de los proyectiles tuvieron como blanco una base militar surcoreana en la isla de Yeongpyeong, donde se reportaron incendios fuera de control.
Las fuerzas surcoreanas respondieron a los disparos y aviones de guerra ya fueron desplazados a la zona. El gobierno de Seúl advirtió que "responderá con firmeza" en caso de una nueva provocación.
También informó que sus tropas están en estado de máxima alerta y que recomendó a los habitantes de la isla que buscaran refugio mientras se procede a evacuar el territorio.
Según el corresponsal de la BBC en Seúl, John Sudworth, se trata del incidente más serio entre las dos naciones desde el fin de la guerra de Corea, que concluyó en 1953 con una tregua. Técnicamente el conflicto bélico no ha terminado.
Tensión nuclear
Asimismo, el hecho se produjo pocos días después de que se revelara que Corea del Norte logró construir y poner en operación una moderna planta de enriquecimiento de uranio, la que podría ser empleada para la fabricación de más armas nucleares.
La Casa Blanca condenó "fuertemente" el ataque norcoreano a la isla fronteriza y exigió a Pyongyang que detenga su acción beligerante y respete los términos del armisticio de 1953.
Por su parte, los gobiernos de China y Rusia advirtieron sobre el peligro de un aumento de la tensión entre las dos Coreas.
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