Residentes y propietarios de negocio de la zona colonial se amotinaron este martes en el lugar donde el pasado sábado colapsó el hotel Francés, a fin de llamar la atención del peligro que dicen correr.
Propietarios de la tienda Taíno, con martillos en manos, intentaron derribar las tablas que cercan la zona, donde todavía permanecen los escombros del emblemático hotel.
Al lugar, ubicado entre las vías Las Mercedes y la Arzobispo Meriño, se presentaron miembros de la Policía Nacional y Municipal, además, de agentes del Cuerpo Especializado de Turismo (Cestur).
La dueña de la tienda Taíno, Yoselín D’Oleo, bajo un estado de nervios, intentó agredir a miembros de la Policía Municipal.
Residentes del lugar dijeron que debido a las excavaciones que se realizan en las calles intervenidas, el agua potable está llegando contaminada, inclusive con heces fecales.
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