En una alocución por televisión a más de dos semanas de la celebración de las elecciones, el presidente de la JCE indicó que el empleo del mecanismo de conteo manual obligó al equipo técnico de la Junta a crear dos sistemas paralelos de conteo, transmisión y cómputo electoral, “echando abajo un proceso de más de dos años de trabajo, poniendo en serio peligro y riesgo la realización misma de las elecciones”.
“Por la información de que disponemos, les puedo asegurar que hubo intentos reales de hacer colapsar las elecciones. Incluso, algunas mentes muy creativas, daban como un hecho, que a las tres de la tarde sería necesario interrumpir el proceso de votación y fijar una nueva fecha. ¡Hasta ahí se llegó!”, afirmó Rosario Márquez.
Afirmó que organismos extranjeros como UNASUR y la OEA le expresaron, en privado, su preocupación por el giro “brusco en la organización del proceso”, que ponía en peligro la calidad y las elecciones mismas.
“Es evidente que esta actuación injustificada, como se demostró posteriormente, sin sentido, de los partidos políticos, asestó un duro golpe al proceso electoral”, planteó Rosario Márquez.
Recordó que para justificar el reclamo de conteo manual, los partidos argumentaron que no importaba el tiempo que se durara contando, porque ese mecanismo era el único que garantizaba sus derechos.
“Hoy, los que defendían el conteo manual no han podido presentar una sola acta electrónica que haya dado resultados distorsionados; incluso, los críticos más severos del conteo electrónico, como Participación Ciudadana, tuvieron que admitir, según sus propias palabras, que “el conteo electrónico pasó con buenas notas”’, agregó.
Se jugó al descrédito del proceso
Rosario Márquez aseguró que desde mucho antes del día de la votación, algunos actores jugaron a la desestabilización del sistema y que éstos parecían más interesados en competir por deslucir la organización del proceso.
Dijo que aunque todo lo que ocurrió está documentado y debidamente reportado, posiblemente no se sabrá, “porque una vez se obtiene un resultado, el que no goza del favor de la mayoría, le atribuye la responsabilidad al árbitro, y al que gana, le preocupa más la gobernabilidad que la verdad”.
Sobre el hecho de que en muchos colegios electorales no se completó el llenado de las actas, el presidente de la JCE lo atribuyó, primero al exceso de responsabilidades adicionadas al personal y segundo, al acoso y presión a que fue sometido por parte de delegados y candidatos.
Resaltó el acoso, presiones y agresiones de que también fueron víctima funcionarios de juntas electorales municipales, mencionando los casos de Santo Domingo Norte, Sabana Grande de Boyá, Puerto Plata, Santo Domingo Oeste, Loma de Cabrera, Laguna Salada, Yaguate, Haina, Hato Mayor, entre otros.
En algunos casos, indicó, funcionarios de las juntas electorales municipales recibieron amenazas y en otros, se pasó a los hechos tiroteando e incendiando los locales.
“Por la información de que disponemos, les puedo asegurar que hubo intentos reales de hacer colapsar las elecciones. Incluso, algunas mentes muy creativas, daban como un hecho, que a las tres de la tarde sería necesario interrumpir el proceso de votación y fijar una nueva fecha. ¡Hasta ahí se llegó!”, afirmó Rosario Márquez.
El presidente del organismo comicial dio por terminado el proceso, señalando que corresponde ahora a la jurisdicción contenciosa, el Tribunal Superior Electoral, conocer de los reparos, apelaciones e impugnaciones que se puedan producir.
Dijo dar garantía y seguridad de que el contenido esencial de las actas levantadas en cada uno de los colegios y juntas electorales, es la expresión de lo marcado por los ciudadanos en cada boleta.
Además, dijo dar fe de la idoneidad, la honorabilidad y seriedad de los miembros de las juntas electorales. “Ellos, con su valentía, con su enorme vocación de servicio y gran sacrificio, son los verdaderos héroes de esta jornada democrática”
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