La preocupación por la presencia de un cocodrilo en una cañada de Sabana Perdida ha hecho que jóvenes y niños de la comunidad diseñen y discutan estrategias con las que consideran podrían capturar el animal.
“Siempre esperan que pase algo para buscarle solución al asunto”, dice uno de los comunitarios, junto a otras personas, muchos de ellos niños, que hablan sobre el cocodrilo.
“Hay que romper la cañada; meterle gasolina sería peligro, pero hay que secar la cañada” dice uno hombre que no fue a trabajar, con la esperanza de que representantes del Ministerio de Medio Ambiente acudieran a captar el reptil.
La gente elaboró una red, con una carnada, a fin de atraerlo y sacarlo de la contaminada cañada.
Aunque expresan temor todos se aglomeraron a orilla de la cañada.
Los pequeños van y le lanzan alimentos, según denunció uno de los adultos.
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