Las malas condiciones climatológicas de la isla de Guernsey en el Canal de la Mancha, cerca de donde se encontró la avioneta en la que viajaba el futbolista argentino, Emiliano Sala, son las protagonistas de un paisaje que luce nublado y lluvioso y que dificulta el transporte aéreo en la zona.
Las condiciones son tales que trabajadores del puerto como Bruno, afirman que una jornada nublada y con fina lluvia es "un buen día".
"Para los barcos no es tanto problema porque la niebla afecta sobre todo a los aviones", aseguró Bruno a Efe este miércoles en el puerto de Guerney, donde se encuentran alguna de las embarcaciones que participaron en las tareas de búsqueda de la avioneta desaparecida el pasado 21 de enero.
En ella viajaban Emiliano Sala, flamante fichaje del Cardiff City, y el piloto David Ibbotson, quienes iban de camino a la ciudad galesa después de que el futbolista argentino se despidiera de sus excompañeros en la ciudad francesa de Nantes.
"(La noche del accidente) el tiempo era horrible, mucho viento, lluvia, el tiempo era muy malo. No soy piloto, pero no eran buenas condiciones", agregó Bruno.
Las tareas de rescate comenzaron unos 37 minutos después de que el avión desapareciera del radar ante unas condiciones que fueron empeorando a lo largo de la noche, como confirmó a Efe el jefe de las operaciones del puerto de Guernsey, Jerome Davis.
"El lunes (21 de enero) por la tarde, cuando recibimos la notificación de que había desaparecido del radar, no había buena visibilidad y hacía muy frío. Cuando la búsqueda comenzó, al pasar las primeras horas empeoraron (las condiciones), aumentó el viento, bajó la visibilidad y las condiciones del mar cambiaron de normales a complicadas lo que dificultó la búsqueda", apuntó Davis, quien recibió a Efe en su oficina situada en el puerto de esta pequeña isla frente a la costa de Normandía.
La primera búsqueda se alargó durante tres días en los que el tiempo mejoró. Sin embargo, la falta de cualquier indicio sobre el accidente provocó que transcurridos esos tres días, las labores se suspendieran, lo que se tradujo en críticas a la aviación de búsqueda y a la policía de Guernsey, encargados del operativo.
El jefe de la Aviación de búsqueda, John Fitzgerald, reiteró que su rol en ese operativo era el de tratar de salvar las vidas de Sala y de Ibbotson, y no tanto el de encontrar la aeronave, hallada este domingo en una operación privada.
El Departamento de investigación de accidentes aéreos del Reino Unido (AAIB, por sus siglas en inglés) junto a la empresa privada Blue Water Recoveries, comandada por David Wearns, emprendió una nueva búsqueda impulsada por una campaña de micromecenazgo que alcanzó los 371.000 euros y en la que participaron algunas de las estrellas de la liga francesa.
Este domingo, se halló la avioneta y junto a su fuselaje, ubicado al norte de Guernsey, a unos 67 metros bajo el nivel del mar, se avistó un cuerpo, que desde este martes se está tratando de rescatar.
El fuerte oleaje está dificultando la recuperación del cuerpo y de la aeronave, la cual, en caso de elevarse, podría trasladarse a un puerto británico, antes de que sea analizada en el laboratorio de la AAIB en Farnborough, Hampshire.
Davis señaló que con el fuerte oleaje que existe en el Canal de la Mancha, las labores de rescate "son muy complicadas", porque el objeto en cuestión se puede mover varios kilómetros debido a las olas.
"Tienes que ponerte en la situación y en el lugar exacto para ver cómo está el mar", apuntó Bruno, en relación a las tareas de rescate que tienen que realizarse por "períodos limitados de tiempo durante el día", según explicó la AAIB en un comunicado.
Davis también indicó que los accidentes de avión en esta zona, situada entre Inglaterra y Francia son "relativamente raros" y que lo habitual es que tengan que lidiar con problemas con barcos y naves comerciales.DE EFE
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