Presidentes en ejercio y altas figuras gubernamentales, judiciales y militares han visto fracasar sus carrereras por haber autorizado o participado en intervenciones telefónicas ilegales.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos, en su artículo 12, establece que nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su domicilio o su correspondencia ni de ataques a su honra o a su reputación y que toda persona tiene derecho a la protección de la ley contra esas injerencias o ataques.
El artículo 44 de la Constitución dominicana establece el derecho a la intimidad y el honor personal.
Sin embargo, en América Latina las escuchas ilegales o “pinches telefónicos” se realizan en violación de los pactos que los países signatarios han asumido, por lo cual ni presidentes, ni funcionarios, tampoco personas influyentes de la sociedad, han escapado a esta persecución.
El caso más reciente es el que envuelve al expresidente de Panamá, Ricardo Martinelli, contra quien la Segunda Oficina Judicial de su país fijó para mañana el juicio oral que se le sigue, acusado por los delitos de inviolabilidad del secreto y derecho a la intimidad, y contra la administración pública.
El magistrado fiscal del Supremo de Panamá, Harry Díaz, presentó un escrito de acusación contra Martinelli, por su presunta implicación en el caso de las escuchas telefónicas a 150 personas durante su gobierno. Martinelli está preso en Panamá.
Suramérica
En el año 2013, el Tribunal Superior de Bogotá ordenó la libertad del exsecretario privado del expresidente colombiano Álvaro Uribe, Bernardo Moreno, quien era procesado por el escándalo de escuchas telefónicas ilegales conocido como “las chuzadas del DAS”.
El caso fue destapado en febrero de 2009 por la revista Semana, la cual reveló que durante el gobierno de Uribe, funcionarios del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) grababan regularmente conversaciones de personalidades críticas del gobierno “para mantener informada a la Presidencia”.
Mientras que en octubre pasado el jefe de Gobierno de Argentina, Mauricio Macri, fue acusado de realizar escuchas ilegales, pero el pasado año fue anulada porque la acusación estaba plagada de errores.
El más famoso de los escándalos se registró en el año 1974 cuando el presidente de Estados Unidos, Richard Nixon, se vio acorralado y tuvo que renunciar del cargo tras una investigación periodística que destapó escuchas ilegales del “escándalo Watergate”.
Nixon acorralado
Se trató de un gran escándalo político que tuvo lugar en Estados Unidos, a raíz de un robo de documentos en el complejo de oficinas Watergate de Washington D. C., sede del Comité Nacional del Partido Demócrata de Estados Unidos, y el posterior intento de la administración Nixon de encubrir a los responsables. Nixon y sus colaboradores cercanos ordenaron el acoso a grupos de activistas y figuras políticas, utilizando para ello organizaciones policiales o servicios de inteligencia, como a la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) o al Servicio de Impuestos Internos (IRS).
El escándalo salpicó a un total de 69 personas, de las cuales 48 fueron encontradas culpables y encarceladas, muchas de ellas habían sido altos funcionarios del gobierno de Nixon.
CLAVES
Watergate.
En 1974 se desató el mayor escándalo de escuchas ilegales cuando el gobierno de Nixon montó grabaciones en la sede del Partido Demócrata.
Martinelli.
En Panamá, el expresidente Ricardo Martinelli, actualmente preso, irá a juicio mañana por las intervenciones telefónicas ilegas durante su gobierno.
En Colombia.
Uno de los países donde más casos de escuchas ilegales se registran es Colombia, las que salpicaron a funcionarios del presidente Álvaro Uribe.
Policía Secreta.
La exdirectora de la desaparecida Policía Secreta de Colombia, María del Pilar Hurtado, fue arrestada en el año 2015 para que respondiera a la justicia de su país por escuchas ilegales como parte de investigaciones.FUENTE LISTIN DIARIO
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