Navel llegó al lugar donde estaba sentada Martha, con flores en mano, y esta le recibió con una sonrisa, pero cuando él se arrodilló para pedirle matrimonio y mostrarle lo que parece ser un anillo, esta se asombró y solo atinó a decir: “deja el relajo… dime ¿que e’ Navel tu ta’ loco? No, te quiero mucho pero no”.
Se ignora si la acción fue espontánea o si es parte de un montaje para la promoción de los artistas.
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