Los estudiantes haitianos que cursan carreras universitarias en República Dominicana no serán afectados con la medida gubernamental que ha suspendido, por tiempo indefinido, el programa especial de visados para escolares del país vecino.
En cambio, esta disposición oficial sólo aplica para todos aquellos que, en lo adelante, pudieran estar interesados en elevar solicitudes para el citado programa de visados, según informó anoche la Cancillería a Listín Diario.
Hasta ayer, los estudiantes haitianos no conocían del alcance de la medida del Gobierno dominicano, igual que el Ministerio de Educación Superior Ciencia y Tecnología (Mescyt), aunque su ministro, Franklin García Fermín, acató la decisión “en todas sus partes”.
Ana y Peter son dos hermanos haitianos que estudian aquí a costo de sus padres, ambos comerciantes en Haití. Sentados en un banco de la Dirección General de Migración, donde solicitaron la renovación de sus carnés de estudiantes, con visados vigentes, admiten desconocer en qué consiste la suspensión del programa de visado.
Ana se graduó de medicina en junio en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, pero no ha podido iniciar la pasantía en un hospital porque un requisito es cambiar su estatus migratorio de estudiante a residente.
Ella está enfocada en esos planes. “Si no puedo aquí, aspiro a que sea en España”, dice la joven, en tono de voz bajo, renuente a ser fotografiada e identificarse.
Ella, de 26 años, como “protectora” de su hermano menor, Peter, de 22, (nombre ficticio, como el de Ana), se le adelanta y dice que él no ha terminado su carrera en Utesa. Peter, que está en su último año de ingeniería, anhela encontrar empleo en el país cuando se gradúe de ingeniero industrial. Ambos pagan alta suma de dinero por estudios y vivir aquí.
Ana, de su parte, pagaba un promedio de 1,000 dólares semestral en la UASD; Peter, 4,000 pesos mensuales en Utesa, dependiendo de los créditos que inscriba en el cuatrimestre. “Es costoso, pagamos renta, luz, internet y tenemos gastos”, dice Ana.
Graduados retornan a Haití
Loanna, también estudiantes, estudió comunicación social en la Utesa, ya hizo su pasantía, y tras graduarse retornó a Haití.
Allí se casó, tiene dos hijos y administra los negocios de su familia. Cuenta a Listín Diario que el esfuerzo de su familia y la oportunidad que le dio el país fueron las bases para sentirse realizada.
Como Ana y Peter, también autoridades universitarias y otros desconocen si la medida de suspender el programa de visado a los estudiantes haitianos incluye o no la renovación a los que actualmente cursan carreras, ya que todos los años tienen que renovarlo.
Según estadísticas del Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (Mescyt), hasta el 2019, en República Dominicana cursan carreras universitarias 9,208 extranjeros, de los que el mayor grupo 6,023 es haitiano.
El segundo grupo mayor es de estadounidenses, con 1,558 estudiantes; 548 venezolanos; 402 puertorriqueños; 201 colombianos; 158 cubanos; 142 españoles; 62 italianos; 50 peruanos; 64 italianos y 52 mexicanos.
Ministro acoge medidas
Mientras una ejecutiva de la Asociación Dominicana de Universidades Privadas dijo que ha sido convocada a una reunión para tratar el tema, y ayer afirmó que desconocía los pormenores de la medida gubernamental, anunciada por el viceministro de Asuntos Congresuales y Migratorios, Jatzel Román.
TRÁMITES
Los requisitos
La mayoría de los estudiantes haitianos viene a República Dominicana con visas de turismo, luego se inscriben en la universidad y, con ese documento, van a la Cancillería y solicitan una visa estudiante. Después, van a Migración y se le expide un carnet que le acredita como estudiante. En esos trámites gastan de entre 10,000 y 12,000 mil pesos.
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