El presidente de la Cámara de Diputados dijo que está preocupado por el conflicto entre los moradores de las comunidades Loma Miranda, El Pino y Acapulco, en La Vega, con la empresa canadiense Falconbridge Dominicana y aseguró que apoderará a la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales de una investigación sobre el tema.
Abel Martínez reaccionó en torno a la denuncia del diputado del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Aridio Antonio Reyes, sobre la explotación de la Loma Miranda, en el kilómetro 17 de La Vega, que realiza la empresa minera.
El congresista pidió a Martínez que investigue los daños que las operaciones de la Falconbridge están provocando en los ríos el rio Acapulco, Los Arroyos y Arroyuelos.
Afirmó que esas operaciones amenazan con hacer desaparecer esos recursos naturales, situación que afectaría a miles de familias residentes en sus alrededores.
El legislador dijo que para nadie es un secreto que por donde quiera que pasa la Falconbridge Dominicana solo deja cráteres y destrucción total.
Indicó que, en consecuencia, cientos de ciudadanos que viven en las comunidades de Loma Miranda, El pino y Acapulco protestan contra las operaciones de la empresa minera, que llegó a territorio dominicano en 1955.
Abel Martínez reaccionó en torno a la denuncia del diputado del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Aridio Antonio Reyes, sobre la explotación de la Loma Miranda, en el kilómetro 17 de La Vega, que realiza la empresa minera.
El congresista pidió a Martínez que investigue los daños que las operaciones de la Falconbridge están provocando en los ríos el rio Acapulco, Los Arroyos y Arroyuelos.
Afirmó que esas operaciones amenazan con hacer desaparecer esos recursos naturales, situación que afectaría a miles de familias residentes en sus alrededores.
El legislador dijo que para nadie es un secreto que por donde quiera que pasa la Falconbridge Dominicana solo deja cráteres y destrucción total.
Indicó que, en consecuencia, cientos de ciudadanos que viven en las comunidades de Loma Miranda, El pino y Acapulco protestan contra las operaciones de la empresa minera, que llegó a territorio dominicano en 1955.
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