En las ciudades, los peatonales se construyen exclusivamente para evitar accidente en las vías de mucho tránsito vehicular.En la capital de la República Dominicana se construyen con la misma finalidad pero se convierten en sitios para el comercio informal.
El puente del kilómetro 9 de la autopista Duarte retrata lo anterior. El colorido que se percibe desde esta concurrida vía despierta curiosidad.
El resultado de una planificación de transporte se ha constituido en el escenario de una comunidad de indigentes, que apela a la sensibilidad humana de aquellos que ignoran el sonido de las monedas dentro de media botella plástica.
Sin embargo, los transeúntes aceleran sus pasos para llegar al otro extremo del puente. Parecen estar adaptado a chocar al caminar. El espacio que dejan los 22 puestos de ventas instalados allí, es la razón.
Una larga fila de pedazos de telas y lonas viejas son el soporte de un sinnúmero de productos que han cruzados la frontera para exhibirse en el peatonal, que atraviesa la autopista que hace honor al apellido del ideólogo de la Independencia Dominicana: Juan Pablo Duarte.
Mercado sobre puentes
Su piel morena soporta el candente sol. La continua interacción con dominicanas, que demandan sus cremas blanqueadoras, mejoraron su español. Pero sólo quiso identificarse como Yani. ¿Por qué nos toman fotos?, preguntó. “A nosotros no nos conviene lo que ustedes hacen (refiriéndose al trabajo periodístico).
Inclinó un poco su cabeza, miró involuntariamente el ir y venir de los vehículos, y dijo “esto lo hacemos sólo por necesidad”. Y preguntó: ¿de qué vamos a vivir?.Apresuró el cierre de la conversación y continúo ofertando “las mejores cremas para aclarar la piel”.
En medio del bullicio propio de una zona donde convergen decenas de rutas, se identificaba claramente sobre el puente peatonal un pregón, “la llevo a 30, a 30 la barra de jabón de cuaba”.
Generan inseguridad
Este reconocido peatonal es multifuncional, una banca de lotería se alberga debajo de unos de sus extremos, los cuales protegen del sol a decenas de vendedores ambulantes, que operan en este punto de la ciudad.
Pero cuando cae la noche y descansa el comercio, para muchas personas, principalmente, mujeres, este peatonal no es de confianza. Su cercanía a la parada María Montez, de la segunda línea del Metro de Santo Domingo, es de gran beneficio para estudiantes y empleados.
En ocasiones, se puede observar a mujeres esperar a que un grupo de personas pasen por el puente, para sentirse un poco más seguras. Según Rafael Rosario, nadie está exento de ser víctima de un atraco.
Caracen de higiene
Sobre el puente del kilómetro 14 de la autopista Duarte, el panorama no es diferente. Debido a que el número de vendedores es menor, la amplitud les permite acomodarse mejor. Improvisan frágiles enramadas a base de lonas y varas donde después del mediodía “echan sus siestas”.
Debajo de este, en uno de sus extremos, se aloja un pequeño mercado de víveres y vegetales, donde a tempranas horas de la mañana ofertan sus productos a todo los transeúntes, incluso a conductores que se detienen a comprar.
Un caso particular es el peatonal sobre la Ortega y Gasset, próximo a la John F. Kennedy, el cual hace años dejó de ser útil. Algunos transeúntes atribuyen la decisión de no utilizarlo, a la cercanía a cables de alta tensión.
Lo cierto es que su mal estado es un eminente peligro para aquel que ose cruzarlo. Y aunque quisieran no podrían, porque uno de sus extremo está encerrado en el hospital de la Fuerzas Armadas.
Los peatonales que conservan un buen estado en su estructura, no se libran de albergar basuras, además, estos ponen en alerta todos los sentidos de los que cruzan sobre ellos. Rosa Encarnación manifestó que pasó un “gran susto” cuando acompañada de su hija se encontró con un hombre con “una actitud extraña” sentado en los escalones del puente de la John F. Kennedy entre las avenidas Abraham Lincoln y Lope de Vega.
Mientras que en el municipio Santo Domingo Norte, específicamente, en Sábana Perdida, sólo se observó un solo puente, próximo al centro educativo Mi Pequeño Hogar, el cual denota un progresivo deterioro. El óxido empezó a corroer sus barandas de hierro.
Descuido llega a Las Américas
En tanto que los peatonales de la avenida Las Américas, que tiene en su trayectos en el municipio Santo Domingo Este, evidencian el descuido de las autoridades. Dos peatonales, que se encuentran en el kilómetro 11 de esta avenida, que limita al mar Caribe, presentan desgaste en el concreto.
El lucimiento, que una vez exhibió el peatonal del kilómetro 21, de esta avenida yace en ruina.
El pasado miércoles, cuando un equipo de elCaribe, tomaba fotografías de uno de estos puentes, de repente apareció una unidad del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones con equipos de limpieza. Los empleados no pudieron explicar la frecuencia para darles mantenimiento, y con un manguerita de presión levantaban el polvo sobre el cemento. Hay un departamento destinado al mantenimiento, además, es deber de los ayuntamientos respectivos la responsabilidad de su limpieza y protección.
El puente del kilómetro 9 de la autopista Duarte retrata lo anterior. El colorido que se percibe desde esta concurrida vía despierta curiosidad.
El resultado de una planificación de transporte se ha constituido en el escenario de una comunidad de indigentes, que apela a la sensibilidad humana de aquellos que ignoran el sonido de las monedas dentro de media botella plástica.
Sin embargo, los transeúntes aceleran sus pasos para llegar al otro extremo del puente. Parecen estar adaptado a chocar al caminar. El espacio que dejan los 22 puestos de ventas instalados allí, es la razón.
Una larga fila de pedazos de telas y lonas viejas son el soporte de un sinnúmero de productos que han cruzados la frontera para exhibirse en el peatonal, que atraviesa la autopista que hace honor al apellido del ideólogo de la Independencia Dominicana: Juan Pablo Duarte.
Mercado sobre puentes
Su piel morena soporta el candente sol. La continua interacción con dominicanas, que demandan sus cremas blanqueadoras, mejoraron su español. Pero sólo quiso identificarse como Yani. ¿Por qué nos toman fotos?, preguntó. “A nosotros no nos conviene lo que ustedes hacen (refiriéndose al trabajo periodístico).
Inclinó un poco su cabeza, miró involuntariamente el ir y venir de los vehículos, y dijo “esto lo hacemos sólo por necesidad”. Y preguntó: ¿de qué vamos a vivir?.Apresuró el cierre de la conversación y continúo ofertando “las mejores cremas para aclarar la piel”.
En medio del bullicio propio de una zona donde convergen decenas de rutas, se identificaba claramente sobre el puente peatonal un pregón, “la llevo a 30, a 30 la barra de jabón de cuaba”.
Generan inseguridad
Este reconocido peatonal es multifuncional, una banca de lotería se alberga debajo de unos de sus extremos, los cuales protegen del sol a decenas de vendedores ambulantes, que operan en este punto de la ciudad.
Pero cuando cae la noche y descansa el comercio, para muchas personas, principalmente, mujeres, este peatonal no es de confianza. Su cercanía a la parada María Montez, de la segunda línea del Metro de Santo Domingo, es de gran beneficio para estudiantes y empleados.
En ocasiones, se puede observar a mujeres esperar a que un grupo de personas pasen por el puente, para sentirse un poco más seguras. Según Rafael Rosario, nadie está exento de ser víctima de un atraco.
Caracen de higiene
Sobre el puente del kilómetro 14 de la autopista Duarte, el panorama no es diferente. Debido a que el número de vendedores es menor, la amplitud les permite acomodarse mejor. Improvisan frágiles enramadas a base de lonas y varas donde después del mediodía “echan sus siestas”.
Debajo de este, en uno de sus extremos, se aloja un pequeño mercado de víveres y vegetales, donde a tempranas horas de la mañana ofertan sus productos a todo los transeúntes, incluso a conductores que se detienen a comprar.
Un caso particular es el peatonal sobre la Ortega y Gasset, próximo a la John F. Kennedy, el cual hace años dejó de ser útil. Algunos transeúntes atribuyen la decisión de no utilizarlo, a la cercanía a cables de alta tensión.
Lo cierto es que su mal estado es un eminente peligro para aquel que ose cruzarlo. Y aunque quisieran no podrían, porque uno de sus extremo está encerrado en el hospital de la Fuerzas Armadas.
Los peatonales que conservan un buen estado en su estructura, no se libran de albergar basuras, además, estos ponen en alerta todos los sentidos de los que cruzan sobre ellos. Rosa Encarnación manifestó que pasó un “gran susto” cuando acompañada de su hija se encontró con un hombre con “una actitud extraña” sentado en los escalones del puente de la John F. Kennedy entre las avenidas Abraham Lincoln y Lope de Vega.
Mientras que en el municipio Santo Domingo Norte, específicamente, en Sábana Perdida, sólo se observó un solo puente, próximo al centro educativo Mi Pequeño Hogar, el cual denota un progresivo deterioro. El óxido empezó a corroer sus barandas de hierro.
Descuido llega a Las Américas
En tanto que los peatonales de la avenida Las Américas, que tiene en su trayectos en el municipio Santo Domingo Este, evidencian el descuido de las autoridades. Dos peatonales, que se encuentran en el kilómetro 11 de esta avenida, que limita al mar Caribe, presentan desgaste en el concreto.
El lucimiento, que una vez exhibió el peatonal del kilómetro 21, de esta avenida yace en ruina.
El pasado miércoles, cuando un equipo de elCaribe, tomaba fotografías de uno de estos puentes, de repente apareció una unidad del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones con equipos de limpieza. Los empleados no pudieron explicar la frecuencia para darles mantenimiento, y con un manguerita de presión levantaban el polvo sobre el cemento. Hay un departamento destinado al mantenimiento, además, es deber de los ayuntamientos respectivos la responsabilidad de su limpieza y protección.
Piden puente cerca de hospital Ney Areas Lora
La avenida Charles de Gaulle, en Sábana Perdida, sólo posee un peatonal.Según transeuntes, no es suficiente, y exigen la construcción de dos más. Consideran como prioridad la fabricación de un puente próximo al hospital Ney Áreas Lora, y otro cercano a Hipermecado Olé. Josefa Gonzales es explícita al narrar todo lo que debe esperar para cruzar con su hija para llegar a la ciudad sanitaria. Sin embargo, hay actitudes de algunas personas frente a estos puentes dignas de cuestionar. Este medio constató como una señora cruzaba por debajo de este puente sin tener aparentemente ningún tipo de limitación física que le impida utilizarlo. Los peatonales son construidos sobre vías de gran amplitud, que carecen de semáforos y donde existe un mayor flujo de vehícular.
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