La carta habría sido entregada en el Palacio Nacional, según reveló el periodista y comentarista Felipe Romero de "El Gobierno de la Tarde" de la Z101.
Además de Vincho Castillo, director de la Comisión Nacional de Ética y Combate a la Corrupción (CNECC), renunciaron su hijo Pelegrín Castillo, ministro de Energía y Minas; José Ricardo Taveras, director general de Migración, y Norberto Rondón, director general de Fronteras.
Con esas renuncias, Vincho y los dirigentes de la FNP cumplen su amenaza de que romperían su alianza con el Bloque Progresista, alianza de partidos que lidera el gobernante Partido de la Liberación Dominicana (PLD), si esa organización aprobaba someter un proyecto de ley para reformar la Constitución de la República para restablecer la reelección presidencial, sin que se hiciera mediante un referéndum aprobatorio.
La mayor insistencia en advertir el rompimiento la había hecho el diputado Vinicio Castillo Semán, hijo de Vincho Castillo.
"En cuanto a la alianza suscrita por la Fuerza Nacional Progresista (FNP) en fecha 19 de diciembre del año 1993 con el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y el profesor Juan Bosch, informamos al país que es la voluntad de la FNP abandonar y dejar sin efecto la misma, si el proyecto de reforma constitucional propuesto es aprobado en la Asamblea Revisora en violación a la Constitución de la República, sin consulta popular del Referéndum", dejó establecido la entidad política en la misiva de renuncia de sus dirigentes.
Con la salida de la FNP del Bloque Progresista suman dos los partidos que abandonan esa coalición gobernante. El primero en hacerlo fue la Alianza por la Democracia (APD), que lidera Maximiliano Puig (Max).
Argumentos de la FNP
La organización política que lidera Vincho Castillo justificó la renuncia de sus dirigentes del Gobierno, en que "la decisión de impulsar una reforma constitucional sin los mecanismos de legitimación que establece la propia Carta Magna, es una grave agresión a ésta y a la institucionalidad del país...".
Señala que la FNP ha decidido "no acompañar o coho9nestar, de ninguna forma, con dichos aprestos que ponen en peligro la estabilidad del país en momentos, precisamente, en que éste necesita la mayor fortaleza institucional, debido a las agresiones internaionales que se ejeercen de forma descaraa con el tema de la nacionalidad, inmigración masiva de haitianos y la culminación del plazo del Plan Nacional de Regularización, que concluye dentro de cuarenta y cinco días".
En sus renuncias, Vincho, Pelegrín, José Ricardo Taveras y Norberto Grullón consideran que "exponer al Congreso Nacional a un proceso tortuoso con escándalos de corrupción que sobrevendrían con el conocimiento y posible aprobación de la reforma constitucional propuesta, en adición a dejar de lado los mecanismos institucionales de legitimación popular a través del Referéndum, representa un duro golpe a la Nación y contribuirá a sembrar la división y fragilidad institucional, ponie3ndo en riesgo la vital unidad nacional que requiere la nación para enfrentar las presioines externas con el tema de Haití".
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