QUITO- El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, admitió hoy que los “daños son graves y tenemos decenas de muertos” por el terremoto de 7,8 grados en la escala de Richter que azotó este sábado a la zona norte de la región costera de su país.
El mandatario, que concluyó una visita al Vaticano y que prevé llegar a Ecuador en la tarde de este domingo, escribió en su cuenta de Twitter que se activarán líneas de créditos con organismos multilaterales para atender la situación.
Asimismo, confirmó la declaración de estado de excepción en el país y de situación de emergencia en las provincias costeras afectadas directamente por el terremoto.
“Acabo de firmar decreto de excepción y movilización nacional. País en emergencia. Hoy más unidos que nunca. Hemos activado líneas de crédito de contingencias con multilaterales”, señaló Correa en su cuenta de la red social, vía por la que poco después del sismo había enviado a sus compatriotas un mensaje de “animo”.
“Daños son graves y tenemos decenas de muertos. Terremoto más fuerte de las últimas décadas”, agregó Correa al indicar que “toda la fuerza pública y ministerios movilizados” en el país para atender la emergencia.
Explicó que la situación es “muy grave en Pedernales y Portoviejo”, dos de las ciudades más castigadas por la intensidad del sismo y señaló que continuamente recibe información de actualización.
“Nuestro infinito amor a las familias de los fallecidos”, concluyó Correa.
El vicepresidente ecuatoriano, Jorge Glas, que ha dirigido el Comité nacional de Operaciones de Emergencia (COE), señaló que, al menos, 41 personas han muerto como consecuencia del terremoto. EFE
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