sábado, 18 de junio de 2016

Alianza urgente contra “caos” en emergencias

Alianza urgente contra “caos” en emergencias
Se estima que más del 20% de los que van a las emergencias de hospitales tienen aseguramiento privado, pero el centro no factura a la ARS.                                                                                                                        Santo Domingo
Para actores del sistema dominicano de salud la puesta en marcha del primer nivel de atención con servicios capaces de dar respuesta a las urgencias médicas de manera oportuna, podría ser un punto de partida importante para dar solución y frenar las debilidades que enfrentan en los actuales momentos los servicios de emergencias médicas de clínicas y hospitales en el país, en especial en las grandes ciudades como Santo Domingo y Santiago.
Ese fortalecimiento, señalan, debe ir acompañado de un trabajo constante en la mejoría de los procesos y protocolos de atención que permitan una respuesta estandarizada en todo el sistema nacional.
También se requiere, insisten, definiciones claras de lo que es, y debe tener, un servicio de esta naturaleza.
Recomiendan alianzas público-privadas como medidas urgentes que permitan fortalecer esos servicios y acercarlos a las comunidades, fuera de los grandes hospitales.
Dentro de esas alianzas, algunos de ellos ven factible que el Gobierno seleccione un importante número de centros privados donde se puedan atender a los pacientes asegurados del régimen subsidiado de Senasa, para garantizarle atención a los afiliados.
Además, entienden pertinente controlar el cobro de co-pagos a discreción de los especialistas de la medicina, y alargar los horarios de consulta en los hospitales con turnos extras para reducir el tiempo de espera para una cita médica, que a veces supera los tres y cuatro meses.
El fortalecimiento de los servicios con personal especializado; la inversión en equipos y recursos humanos, y la puesta en marcha de un efectivo sistema de referencia y contrareferencia, figuran dentro de las propuestas.
MEJORAR PROCESOS
El emergenciólogo Pablo Smester estima que la demanda de atención en el sector salud va en aumento, lo que se refleja diariamente en las salas de emergencias. Esto plantea, dice, la necesidad de trabajar en mejoría constante de los procesos de atención, clasificación adecuada de los pacientes en base a sus síntomas de presentación (triaje) y toma de decisiones clínicas protocolizadas.
“Nuestro país cuenta actualmente con nueve programas de residencias en Medicina de Emergencias, pero desafortunadamente aún son muchos los centros de atención en salud, tanto públicos como privados, que no cuentan con la cobertura del personal especializado”, señala y dice que eso aumenta el riesgo de eventos adversos, insatisfacción de los usuarios y disminuye grandemente el nivel de seguridad del paciente.
DEFINIR SERVICIOS
Alejandro Báez, especialista en medicina de emergencias y medicina crítica, recuerda que las emergencias son la red de seguridad de los sistemas de salud, y que el fallo en la implementación de la atención primaria ha generado una sobredemanda en los servicios de emergencias con muy pocos esfuerzos guiados a fortalecerlas.
A lo que se suma, agrega, que en el país simplemente no hay definiciones claras de qué es una unidad de emergencia, ni estándares mínimos de personal ni equipos. “Si se analizan bien los estándares internacionales se ve claramente que el país está deficiente en el cumplimiento de todas estas métricas de calidad, lo cual no es culpa ni de los médicos ni las instituciones de salud, ya que quien ha fallado es el Sistema de Salud Dominicano”, dice.
Lo atribuye a un simple tema económico y que está muy asociado a la indiferencia de las autoridades, donde los tarifarios establecidos, que son 500 pesos por paciente, no alcanzan ni para la atención médica, ni de enfermería, ni mucho menos para cubrir tecnología ni infraestructura. 
ATENCIÓN PRIMARIA
Para el doctor Julio Amado Castaños Guzmán, presidente del Patronato del Hospital General de la Plaza de la Salud (HGPS), las principales causas de visitas a la sala de emergencias en el país están relacionadas con fiebre, traumas, dolor abdominal, dolor de pecho, diarreas y trastornos respiratorios.
Dice que la mayoría de esos casos  pueden ser atendidos en un primer nivel de atención, pero que la falta de un sistema establecido de Atención Primaria es lo que da origen a que los servicios de emergencias de hospitales y clínicas estén saturados de pacientes que presentan urgencias, pero no emergencias.
En su opinión, en el país se han hecho esfuerzos, pero que muy pocas salas de emergencias en República Dominicana, tanto a nivel público como privado, poseen los estándares mínimos para que sean habilitadas y acreditadas como unidades de emergencias principalmente para atender traumas severos y eventos vasculares como infartos cardiacos y cerebro vasculares.
Dijo que dentro de esas excepciones está la del HGPS, que tiene facilidades tanto de recursos humanos como tecnológicos para la atención oportuna.
POOL DE CENTROS
El cardiólogo Fulgencio Severino, jefe del Servicio de Cardiología del hospital Salvador B. Gautier, cree insostenible la realidad del sector salud y recomendó como medida urgente que el Gobierno haga un pool de centros privados de salud donde se puedan atender a los pacientes asegurados del régimen subsidiado de Senasa para garantizarles atención a los afiliados.
Además, sugiere que se declare en emergencia el sector y se recurra a los recursos necesarios para comprar equipos de urgencias, y que en cuyo proceso participe una comisión del Colegio Médico Dominicano y la sociedad especializada relacionada con los equipos a adquirir.
MERMA LA CALIDAD
Vigilar el mantenimiento

Los doctores Jorge Asjana David y José Domínguez Cabral, presidente y vicepresidente, respectivamente, del Colegio Dominicano de Cirujanos (CDC), señalan que las carencias de insumos fundamentales en un centro de salud es un  problema complejo, porque aunque el recurso humano esté preparado, si el centro no tiene el nivel tecnológico se dará un servicio sin la calidad suficiente.
“En los hospitales públicos hacemos de tripas corazón para darle lo mejor al paciente”, afirma Asjana David. En tanto, para Domínguez Cabral, la salud pública en el país está colapsada. “Se llega a trabajar, a veces no hay los instrumentos y materiales adecuados. Yo he hecho cirugías en hospitales públicos sin lámparas... sin luz. A veces lavarse las manos, para esterilizarte, alguien te está echando agua con un jarro. A veces, el agua viene de una cisterna con un tanquecito adaptado”, dijo. Entiende que el problema está en la falta de mantenimiento de lo que se tiene. 

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