Los inmigrantes haitianos aportan el 47.83 de los nuevos casos de infecciones por VIH que se registran en el país, frente a un 22.14% de los dominicanos, de acuerdo a informes del Consejo Nacional para el VIH y el Sida (CONAVIHSIDA).
El doctor Víctor Terrero, director ejecutivo de la entidad, citó datos del “Informe de estimaciones y proyecciones de prevalencia de VIH y carga de enfermedad 2016”, de la Dirección General de Control de Infecciones de Transmisión Sexual y Sida (DIGECITSS).
“Esos datos reflejan una profunda desigualdad en las políticas públicas y plantean cada día grandes retos al país, de cara al logro de las metas previstas en la lucha contra la epidemia”, indicó en una nota de prensa.
Terrero reveló, además, que los hombres que tienen sexo con hombres y las personas trans aportan a la epidemia el 29.94 por ciento de los nuevos casos, y las trabajadoras sexuales el 10.69 por ciento.
Dijo que hay una relación directa entre el VIH y la situación de vulnerabilidad social de algunos grupos y poblaciones
“En la región IV de Salud, a la que pertenece Barahona, la prevalencia de VIH es de 1.1 por ciento, mientras que en Santo Domingo es de 0.5 por ciento, que es la más baja del país”, precisó.
Y añadió: “La epidemia del VIH lo que ha hecho es mostrar a la sociedad dominicana donde están alojadas sus peores miserias”.
Terrero afirmó que la meta principal para el año 2030 es tener una República Dominicana libre de VIH, para lo cual se ha adoptado la estrategia 90-90-90, auspiciada por ONUSIDA.
“Para lograrla, -observó- es necesario fortalecer y ampliar los programas de prevención con énfasis en las poblaciones clave, especialmente los hombres que tienen sexo con hombres, personas trans, trabajadoras sexuales, migrantes y poblaciones de los bateyes”.
Aseguró que otro de los retos es cerrar la brecha de las personas que no conocen su estatus serológico, fortaleciendo y ampliando los programas de prueba de VIH.
El director del CONAVIHSIDA resaltó la necesidad de enfrentar la discriminación que afecta a las personas que viven con VIH, y dijo que según la “Investigación diagnóstica de la situación de estigma y discriminación”, realizada recientemente en 15 hospitales, el 56 por ciento del personal prefiere no tocar a los pacientes con el virus.
“Que un médico actúe de esa manera y se convierta en parte del problema, en vez de la solución, nos está indicando que estamos ante la necesidad de producir cambios inaplazables en los parámetros de atención en salud”, indicó.
Según Terrero, el 29 por de los entrevistados para ese estudio dijo haber escuchado a un trabajador de la salud hablar despectivamente de los gays, personas trans, hombres que tiene sexo con hombres y otros grupos de las poblaciones clave.
El doctor Víctor Terrero intervino en una jornada de capacitación dirigida a médicos residentes de la provincia Barahona, que busca cambiar los parámetros en la atención a las personas que viven con VIH.
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