Las protestas en Honduras iban en aumento luego de que el presidente Juan Orlando Hernández apareció ligeramente a la cabeza de los conteos de los comicios presidenciales, en medio de señalamientos del aspirante opositor de que se habría cometido un fraude.
El candidato opositor Salvador Nasralla, quien inicialmente tenía una ventaja de cinco puntos porcentuales en los conteos, ha dicho que desconocerá los resultados y llamó a sus partidarios a movilizarse en las calles.
Ayer, Hernández estaba a la cabeza por más de 35.000 votos, con cerca del 91% de las boletas contabilizados. Tenía un 42,7% de los votos frente a 41,5% de Nasralla.
La policía lanzó gases lacrimógenos para dispersar a centenares de enardecidos seguidores de Nasralla que protestaron hacia la medianoche del miércoles en el exterior de la sede del tribunal electoral en Tegucigalpa. Las autoridades reportaron movilizaciones en diferentes puntos de la capital y en el territorio hondureño, donde los partidarios de la alianza opositora bloquearon carreteras y anunciaron que continuarán con las protestas en apoyo a su líder.
El presidente del tribunal electoral, David Matamoros, dijo a periodistas que las autoridades aún no terminaban de contabilizar las actas, en parte porque tuvieron que abandonar las instalaciones después de que se filtrara al interior el gas lacrimógeno lanzado a manifestantes.
Dijo que alrededor de 2.000 actas tenían "inconsistencias", como falta de firmas de los funcionarios de casilla o de sellos. Comentó que necesitarán hacer un conteo especial en esos lugares y no mencionó cuántos votos estarían en juego.
Mientras, representantes de la Organización de Estados Americanos pidieron transparencia en el conteo.
Varias escuelas y universidades en la capital anunciaron que cerrarían para evitar exponer a los estudiantes, mientras que la Asociación de Instituciones Bancarias recomendó a los bancos cerrar el jueves a más tardar a las tres de la tarde ante posibles disturbios.
Cáritas de Honduras, el brazo de acción social de la Iglesia Católica, criticó el jueves a los partidos y el gobierno por llamar a la gente a salir a protestar.
"Esa situación hace cada día más lejana la integración de la sociedad y la recuperación de la gobernabilidad", señaló en un comunicado.
El jefe de operaciones del tribunal electoral, Terencio Huete, ha dicho que la cuenta de los votos avanza lentamente "por dificultades técnicas". El personal del organismo está vigilado por un circuito cerrado de televisión y no pueden ingresar con metales, celulares, armas o lápices, informó.
El presidente del Tribunal, David Matamoros, dijo en rueda de prensa que el resultado definitivo de la elección se sabrá la tarde del jueves.
Numerosos colectivos nacionales e internacionales han exhortado al tribunal a ofrecer una información fluida sobre las elecciones. Desde los comicios del domingo, ambos candidatos se han proclamado ganadores.
El retraso en la proclamación del vencedor es polémico e inédito en los al menos nueve procesos electorales celebrados en Honduras en los últimos 32 años. Siempre se habían publicado los resultados casi recién concluida la votación.
Las elecciones de 2013, donde resultó elegido Hernández, son un buen ejemplo: Las mesas de votación cerraron a las 17:00 horas y tres horas después se anunció su victoria sobre Xiomara Castro, esposa del derrocado expresidente izquierdista Manuel Zelaya. Edmundo Orellana, exministro de Defensa y excanciller liberal, denunció que "el gobierno en lugar de ofrecer datos legibles, presenta fórmulas matemáticas para fundamentar lo que nadie, aplicando el sentido común, logra entender".
En un intento por impedir un posible fraude electoral, Nasralla pidió en rueda de prensa a los más de 500 observadores internacionales que desde hace dos semanas están en Tegucigalpa que designen un grupo especial para investigar el caso.
"El gobierno adulteró las actas electorales, pero defenderé los votos en la calle y donde sea", advirtió el izquierdista sin presentar pruebas, y convocó a sus seguidores a protestar en el país.
Nasralla firmó una Declaración por la Democracia donde los dos contendientes se comprometieron con la Organización de Estados Americanos (OEA) a esperar y respetar los resultados oficiales, pero tras la repentina caída del sistema digital del tribunal dijo que no reconoce el documento.
La OEA lamentó en su cuenta de Twitter la decisión de Nasralla y calificó el documento como "un compromiso con el pueblo, que facilitó OEA de buena fe para que en calma e imparcialidad se cuenten todos los votos de forma transparente. La OEA seguirá trabajando a favor de la justicia, en las elecciones en Honduras".DE AP
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