El mensaje del sermón de las Siete Palabras de la iglesia Católica con motivo del Viernes Santo centró sus críticas en aquellos patriotas y nacionalistas "rancios" que siembran el odio y la xenofobia contra los inmigrantes e indocumentados, en especial los haitianos.
En la primera palabra: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”, el padre Faustino Burgos criticó a los nacionalistas que promueven el odio, el rencor y la xenofobia revestida de falso nacionalismo o falso pudor, creando zozobra, intranquilidad y viendo fantasmas donde no los hay.
Mientras que en la segunda palabra: “En verdad te digo, hoy estarás conmigo en el paraíso”, el sacerdote Miguel Ángel Amarante sostuvo que es urgente la conversión de tantas personas aferradas a un patriotismo barato que se encarniza en contra de los inmigrantes, “que aunque con cultura diferente a la nuestra no dejan de ser personas y por tanto, merecen respeto. Y qué decir de los responsables de regular la migración y la seguridad fronteriza, ellos también necesitan esa conversión y tratar el tema con seriedad, no utilizar la situación para enriquecerse, explotar y traficar con seres humanos”.
En la tercera palabra: “Mujer, ahí tienes a tu hijo. Hijo, ahí tienes a tu madre”, el padre Nelson Antonio Acevedo, también manifestó que hay grupos de malos dominicanos y dominicanas fomentando la xenofobia contra los vecinos haitianos.
“Es verdad que no podemos recibir a todos los ilegales haitianos que cruzan por la frontera, pero no se puede tratar de incentivar en los más ignorantes un nacionalismo rancio y barato que no toca a quienes se benefician de la mano barata de los trabajadores haitianos ni reclaman la aplicación de las leyes laborales”.
Además, Antonio Acevedo tildó de injusto que se sigan condenando a dominicanos que se roban una gallina y mueren enfermo en la cárcel La Victoria, y que en cambio los “ladrones del caso Odebrecht, quienes sobrevaloraron casi todas las obras que realizaron”, estén sueltos “disfrutando de las fortunas que han amasado”.En tanto que en la cuarta palabra: “Dios mío, ¿Por qué me has abandonado?”, el sacerdote Vicente Sánchez Burgos, arremetió contra el sistema de salud, debido a que las personas que acuden a los hospitales para calmar su dolor se encuentran con un panorama en esos centros que duplica o multiplica el mismo, ya que deben pasarse largas horas de pie o tirados en el suelo en las salas de emergencias sin recibir la mínima atención de un médico, ya sea por falta personal o por espacio físico.
“Por ejemplo, pienso en el Hospital Regional Marcelino Vélez Santana, en Herrera, el cual está ubicado en una demarcación geográfica con más de 800,000 habitantes y que, a pesar del anexo que allí ha inaugurado el presidente Danilo Medina, hace casi dos años, todavía las autoridades de este centro de salud no se han puesto de acuerdo para aperturar este nuevo centro de salud y ponerlo al servicio de cientos de pacientes que a diario acuden a este lugar”, sostuvo.
En ese mismo orden, el padre Sánchez Burgos también criticó aquellos miembros de algunas instituciones del Estado, quienes devengan sueldos de lujo y que de todas maneras se aumentaron los salarios, a pesar de haber alegado que sus entidades no tenían suficientes fondos para ejecutar las funciones para las cuales fueron creadas.
Esta crítica de la Iglesia Católica se hace en el marco del escándalo que se han producido recientemente por los aumentos en los salarios del presidente de la Cámara de Cuentas, Hugo Álvarez Pérez y los demás miembros del Pleno.
Justicia más imparcial
Asimismo, en la quinta palabra: “Tengo sed”, el sacerdote Erick Wilson Bencosme, demandó de las autoridades judiciales una justicia más imparcial y equitativa para todos los dominicanos.
Asimismo, en la quinta palabra: “Tengo sed”, el sacerdote Erick Wilson Bencosme, demandó de las autoridades judiciales una justicia más imparcial y equitativa para todos los dominicanos.
“No queremos una justicia en dos niveles, una para el grande y otra para el pequeño. No una justicia en donde haya quienes estén exento de toda culpabilidad legal y hasta moral. Se nos está transmitiendo como meta-mensaje que: si robas poco vas a la cárcel, pero si robas mucho no”, aseveró.
La sexta palabra: “Todo está cumplido”, fue leída por el padre Roberto Martínez, la cual criticó las faltas de oportunidades que tienen los jóvenes egresados de universidades ya que no consiguen ofertas de trabajo.
Mientras que la séptima palabra: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”, pronunciada por el diácono José Rosado, éste hizo un llamado para que se detenga la violencia contra la mujer y los feminicidios, que se han convertido en una especie de epidemia en el país.
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