“Un chapuzón” en la piscina natural “La poza del chino” es lo que buscan los residentes de Gualey para recrearse y dejar de lado el bullicio propio de la comunidad. Allí, niños y adultos se “sumergen” en la aventura de descubrir las bondades naturales de sus aguas.
El ocio se hace presente entre infantes y jóvenes de diversas edades. Todos buscan disfrutar del “buceo” y el nado, para de esta forma realizar actividades lúdicas entre los vecinos de la comarca.
Para Melvin Crisóstomo, de 30 años, es una de las mejores características de esta localidad, y desde niño ha visitado este pequeño “lago”.
Para Melvin Crisóstomo, de 30 años, es una de las mejores características de esta localidad, y desde niño ha visitado este pequeño “lago”.
Desde la distancia del teleférico, partiendo desde la estación de Gualey, se puede contemplar cómo juegan y se divierten los moradores de esa parte de la ciudad, muy cerquita del río Ozama.
Las risas también son parte esencial del entorno, formando un espiral de alegrías desde que se ingresa a esa zona de este barrio. Las madres y los padres se sientan en las partes del pavimento de lado de algunas casuchas para poder contemplar la escena y por supuesto, son también testigos del titiritar de aquellos, que por el frío que puede provocar estar dentro de la “piscina”, salen enseguida.
Según Rosa Marte, de 19 años, quien “nació y creció en Gualey”, ese pequeño río” como lo llama, es una gran “bendición” para los munícipes debido a que en los momentos en que anhelan alejarse de sus problemas, recurren a sus aguas a fin de “despejar la mente”.
Entre la maleza, ramas y troncos de árboles caídos se esconde esa realidad que se adorna de la belleza natural imperante, que ha permitido que sus moradores puedan disfrutar a plenitud de lo que tiene para ofrecer esta pequeña piscina.
Estas aguas siempre están “acompañadas” de estos asiduos visitantes que hacen de su entorno, su lugar recreativo en donde desarrollan su talento para nadar, y relacionarse unos con otros.
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