La rápida propagación del coronavirus en Italia ha trastocado los desfiles y ha generado ansiedad entre los profesionales de la moda del mundo entero reunidos en la Semana de la Moda de Milán (norte), a sólo una hora por carretera de uno de los principales focos de la epidemia.
En el pase de Giorgio Armani, las modelos desfilaron sobre la pasarela excepcionalmente ante la ausencia de público. Los periodistas y compradores pueden seguir el evento, filmado y fotografiado, en directo a través de las redes sociales.
Los cambios difieren de hora en hora: si el desfile Dolce&Gabbana se mantiene para las 14H00 locales, el de Laura Biagiotti se ha cancelado.
La presentación, muy esperada, de las colecciones Genius de Moncler que se iba a abrir este domingo al gran público finalmente se suspendió.
"El mundo entero estaba en Milán estos días para la Fashion Week, hemos estado en contacto todos los días con cientos de personas y si pensamos en todas estas interacciones, ¡da escalofríos!", comenta una mujer que trabaja para Fendi.
A 60 kilómetros de Milán se encuentra la localidad de Codogno, uno de los principales focos de la epidemia de coronavirus, que ha dejado dos muertos en italia y condujo a las autoridades a activar la cuarentena para 52.000 habitantes en 11 ciudades en el norte.
¿Medida excesiva?
La Semana de la Moda de Milán reúne a unos 25.000 profesionales que a partir de este domingo volverán a viajar por todo el mundo, elevando el riesgo de transmitir el virus si han sido contagiados durante los desfiles, cócteles y fiestas.
"Todas las recomendaciones que nos hacen ahora no existían hace unas horas y muchos periodistas, fotógrafos, compradores que estaban en la Fashion Week ya se fueron o volvieron a sus países o a París, donde comienza (el lunes) la semana de la moda", apunta esta empleada de Fendi.
"Cuando nos enteramos ayer por la noche de la celebración a puertas cerradas del desfile, entendimos que las cosas se ponían serias. No sabíamos si pensar si la medida era excesiva o necesaria", cuenta un trabajador de Armani.
El sábado, los desfiles de esta gran cita de la moda se celebraron como si nada en la capital lombarda.
Para demostrar que la vida sigue, Bottega Veneta mantuvo su fiesta el sábado para celebrar la nueva colección, pero entre baile y baile, todos miraban sus teléfonos móviles para ver las últimas noticias.
"La alarma se está convirtiendo en alarmismo. Hay que tener cuidado con no ceder al pánico. Nuestros viajes a París se mantienen y mientras que la redacción no dé una directiva contraria, el trabajo continúa", comenta una periodista italiana de una gran revista de modas.
Los fotógrafos apiñados en la pequeña tarima del podio del desfile de Hugo Boss, que se mantuvo este domingo, viven algo peor el hacinamiento al que los tiene acostumbrados su profesión.
"Tenemos cuidado, respetamos las reglas de higiene básicas, evitamos toser, se ve que es algo que angustia a todo el mundo", comenta el fotógrafo de una gran agencia internacional.
"Si las concentraciones están prohibidas en la región, nos preguntamos por qué los desfiles, que concentran a tata gente, no son cancelados", apostilla.DE AFP
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