Ser barrendera en las calles del Distrito Nacional no es el único oficio que ha desempeñado Katia de la Rosa, con cuyos ingresos pudo cursar una licenciatura en Derecho.
Desde los 16 años, se dedicó junto a una hermana a realizar labores de limpieza en casas de amistades de su madre, por lo cual percibía entre 350 y 500 pesos por un día.
Esto le permitió ayudarse con los estudios del bachillerato que cursaba en el liceo nocturno Manresa, donde se graduó con méritos académicos a los 20 años. Recibió medalla por sus altas calificaciones.
Luego de que el cinco de mayo LISTÍN DIARIO publicara un reportaje sobre la labor que desarrollaba durante el período de emergencia por la pandemia del coronavirus, y su dedicación por los estudios, la alcaldesa del Distrito Nacional, Carolina Mejía, la promovió a Katia del área de aseo urbano al Departamento Legal.
Katia, de 31 años, es una joven emprendedora y perseverante. Nunca desmayó en su propósito de obtener un título de licenciada en derecho, que le tomó cursar nueve años en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), mientras trabajaba todos los días aseando las calles de la capital.
Su pasión por los estudios
Más allá del 28 de octubre del año 2019 cuando recibió el título de abogada, Katia continuó capacitándose. En marzo justo cuando el presidente declaró el estado de emergencia, ya cursaba un diplomado en Derecho Laboral y otro en Gestión Ambiental y realizaba un postgrado en Derecho Procesal Penal. Estos estudios son impartidos de forma gratuita en el Colegio de Abogados y el Instituto de Formación José Francisco Peña Gómez, un día a la semana.
Entre sus planes para el próximo año figura inscribirse en una maestría para seguir preparándose y avanzando en el ámbito académico. Al preguntarle en una entrevista por teléfono, sobre qué aconseja a los jóvenes, su respuesta fue motivadora: “Yo les recomiendo que estudien, que luchen por sus sueños. Que sigan adelante, que poco a poco se llega”, exhortó Katia, quien el martes recibió la grata noticia de la nueva alcaldesa, Carolina Mejía, de su traslado al área Legal para que empiece a ejercer la profesión de Derecho.
Ese día quedó impresionada. “Estaba emocionada y sorprendida de que sea ella (la alcaldesa) que me haya dado la información”, contó. Todavía no sabe qué posición ocupará, ni el salario. Tampoco le preocupa. “Estaré en el área legal y eso era lo que quería, poco a poco uno va avanzando”, comenta con satisfacción.
Origen humilde
Katia proviene de una familia pobre y humilde, formada por María de los Santos, una enfermera retirada que optó por un empleo en el área de limpieza del ayuntamiento del Distrito para no seguir pasando malas noches, y Delfin de la Rosa, seguridad en una institución pública.
Nació en Bonao, pero creció en la capital, en el sector Herrera, porque sus padres se mudaron cuando ella estaba recién nacida. Vive con su madre, dos hermanas, Karen y Katherine, y dos sobrinas de dos años, cada una. Su hermana, Karen, es licenciada en Educación Superior, y Katherine, está pendiente de graduarse de medicina.
CLAVES
Motivación
Se apoya en las frases: “Nunca es tarde si la dicha es buena” y “más vale tarde que nunca”. Reconoce que tardó muchos años para lograr su meta de hacer una carrera y conseguir una mejor posición laboral.
Aseo
Como barrendera laboraba normalmente todos los días, de 8:00 de la mañana a 1:00 de la tarde, con un día libre a la semana. Durante la cuarentena, trabajaba interdiario. Llevaba 12 años en ese oficio, al que ingresó cuando tenía 19.
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