El periodista Johnny Arrendel denunció que fue apresado de manera ilegal, esposado con las manos a la espalda, subido violentamente a un camión y encerrado en una celda del Destacamento de la Policía Nacional en Los Mameyes.
La situación se generó cuando el comunicador se opuso a que un contingente policial apresara a personas que estaban en la avenida España mientras perseguían a unos alegados atracadores.
Los uniformados perseguían a los autores de un robo denunciado por un puertorriqueño residente en el país e intentaron apresar en masa a personas que el mismo extranjero dijo que no tenían nada que ver en el caso.
Los agentes eran comandados por un capitán, quien ordenó apresar a Arrendel cuando el periodista les reclamó que no podían arrestar a personas sin una denuncia formal u orden de un juez o fiscal, a menos que estén en delito flagrante.
Tanto el capitán como un teniente y dos rasos procedieron a esposarlo y subirlo a empujones al vehículo. Para conminarle a dejarse arrojar en la parte posterior del camión, un teniente mandó a buscar una macana «a ver si no sube» .
Arrendel indicó que posteriormente, el sargento de guardia en el Destacamento de Los Mameyes lo empujó a una celda, sin que se le diera entrada formal en el libro del día.
Antes, un agente le arrebató el celular cuando intentaba hacer una llamada para comunicarse con familiares y abogados.
Luego, Arrendel fue trasladado al Destacamento de Los Farallones, en el Ensanche Isabelita, donde un oficial uniformado amenazó con darle una golpiza y llamó a los encargados de la Dirección Central de Investigaciones (DICRIM) de la Policía a «enseñarle a respetar «.
Posteriormente, los encargados del DICRIM devolvieron sus pertenencias al periodista, le liberaron y se desvincularon de las acciones contra él por parte de los uniformados, de acuerdo a su versión.
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