La sentencia del caso Andreea Celea, que estaba prevista para esta tarde, fue pospuesta para mañana, a las 11 de la mañana.
Gabriel Villanueva es el principal acusado de la muerte de la joven, de origen rumano.
El 1 de septiembre de 2018, luego de su caída y estruendoso impacto en la terraza frontal del hotel, Andreaa fue traslada por el 911 al Centro Médico Real donde murió minutos después debido a un trauma severo ocasionado por el lanzamiento al vacío, según el diagnóstico del médico legista actuante.
En medio de la conmoción el entonces vocero de la Policía Nacional, Frank Durán, declaró ante los medios que “estaban tras la pista de un hombre para investigarlo en relación a la muerte de la joven”, pero no dio más detalles.
El hombre resultó ser Gabriel Villanueva, pareja sentimental de Andreaa y con quien compartió sus últimos segundos de vida en el hotel donde se quedarían hospedados por tres noches para celebrar el cumpleaños del imputado.
Villanueva fue perseguido y apresado por las autoridades, quienes lo trasladaron a una cárcel en San Pedro de Macorís como medida preventiva mientras los familiares de la víctima aguardan por su condena.
De acuerdo con el expediente del Ministerio Público, Villanueva había planeado el asesinato, ya que antes del hecho le había solicitado a su madre, Chantal Suzie Ohnona, que un taxista de confianza lo recogiera en el lugar a pesar de que la pareja había llegado al hotel en un vehículo propio.
“En el transcurso de 45 minutos en los que estuvieron hospedados en la habitación, el imputado bajó varias veces al Lobby del hotel en búsqueda de un encendedor o fósforo para fumarse un cigarrillo de un vegetal presumiblemente marihuana”, explica el documento.
Mientras la defensa de Villanueva defiende que la muerte de Andreaa corresponde a un suicidio, el Ministerio Público alega que la joven rumana no fue lanzada desde el octavo piso del hotel, sino que fue arrojada por novio.
Con la incorporación de la testigo Glorimi Cambero, médico forense, se expuso que en la muerte de Andreaa “hubo participación de una fuerza externa en la caída al vacío y presentaba lesiones de lucha y defensa”.
También agregó que el cuerpo de la joven marcaba apretones en las muñecas, por la fuerza ejercida allí.
Otro de los señalamientos de la fiscalía es que en caso de que haya sido un suicidio, el cadáver hubiese caído cerca del lugar de donde se lanzó y hubiese presentado mayores lesiones en los miembros inferiores.
En los tribunales la defensa de Villanueva alegó que Andreaa “era quien realmente lo buscaba y llamaba (a Villanueva), y que la joven no fue asesinada”. Sin embargo, el Ministerio Público aseguró que la víctima le había puesto una orden de alejamiento a su pareja días antes.
En la etapa final del proceso judicial, que ha tardado casi tanto como la relación entre Villanueva y Andreaa, la fiscalía pidió al tribunal una condena de 20 años para el imputado, así como la eliminación del informe del peritaje de la defensa, considerándolo “no apto” al procedimiento del juicio.
Por otro lado, la familia de Andreaa solicitó a la justicia la pena máxima para el presunto asesino de la joven de 21 años.
“No sé a cuántos años Gabriel será condenado, yo estoy condenada al dolor por siempre”, dijo entre lágrimas Anka Voicila, madre de Andreea, luego de salir de la audiencia final del caso.
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