La procuradora adjunta, Yeni Berenice Reynoso, explicó a la comunidad evangélica que siente respeto por la iglesia y que el proceso contra la pastora Rossy Guzmán Sánchez, imputada del caso Coral, no es persecución contra ese sector religioso, sino una acción jurídica que demuestra que el que comete un ilícito penal debe responder en los tribunales, sin importar condición social.
La directora de Persecución del Ministerio Público, Yeni Berenice, le trató el tema al reverendo Domingo Paulino Moya, quien preside el ministerio Jesús es Sanidad y Vida Eterna INC, tras reunirse en su despacho junto a una comisión de pastores evangélicos y otros representantes de la sociedad civil.
El vocero nacional evangélico declaró además que el encuentro sirvió para estrechar los vínculos de compresión entre la iglesia y el Ministerio Público.
Paulino Moya Sostuvo que al escuchar la explicaciones de Yeni Berenice observó la humildad y sinceridad con que la magistrada le trató el tema.
El representante evangélico entregó un documento de apoyo a las acciones que viene realizando la Procuraduría General de la República en la lucha y combate a la corrupción administrativa.
El 10 de mayo pasado, la jueza de la Oficina Judicial de Servicios de Atención Permanente del Distrito Nacional, Kenya Romero, dictó prisión preventiva de 18 meses a la pastora Rossy Guzmán, al hijo, al exdirector del Cuerpo Especializado de Seguridad Presidencial (Cusep), mayor general del Ejército Adan Cáceres Silvestre y a otros dos encartados del caso Operación Coral por estafar al Estado con más de 3 mil millones de pesos.
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