Dos sociólogos relacionan con la pobreza la gran cantidad de dinero que se juega diario en el país en bancas de lotería, práctica que denominan como el “síndrome de la desesperanza perdida”.
Al ser cuestionados sobre qué induce a la gente a jugar lotería, hablaron con El Nacional al respecto Cándido Mercedes y Julio César Vargas.
El catedrático Mercedes recordó que el 63% de la población dominicana es pobre y 3.25% vive en pobreza extrema, 20% de pobreza es monetaria y 40% de sectores vulnerables, estratos a los que el futuro no les augura nada halagüeño.
“Es decir, creen que nunca van a salir de su mundo social y económico en que viven. El juego viene a ser un componente para su salida emocional, una manera económica del autoengaño; y dicen déjame jugar otros 30 pesos, con eso yo no voy hacer nada, pero déjame jugar”, planteó al profesional al ser consultado sobre por qué se juega tanto y existen tantas bancas en el país.
Mercedes sostiene que el 98 % de esos negocios está ubicado en sectores vulnerables, por ser los pobres quienes mayor cantidad de dinero juegan en estos establecimientos.
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“Ustedes no ven bancas ni compraventas en los lugares de clase alta, porque ellos no van a jugar, ni su futuro lo entregan al juego de azar. Entonces el pobre juega su futuro, porque no tiene futuro”, externó.
En el país actualmente existen 95 mil bancas de lotería, siendo la mayoría ilegales (65 mil). Se estima que en esos negocios se juega diario 350 millones de pesos, unos RD$10,500 millones al mes.
Para Mercedes, a pesar de la economía de República Dominicana, con una tasa promedio de 5.5 %, la movilidad social intergeneracional se ha eclipsado, es decir que ahora no se ve la educación con el mejor mecanismo para el ascenso social.
“Ahora no hay movilidad social intergeneracional, si tú naciste en un ambiente pobre, las probabilidades de que tú te quedes pobre, ya siendo hijo y siendo nieto, tu nieto se quedará igual que tú: pobre”, indicó al conversar con este medio vía telefónica.
De su lado, Julio César Vargas plantea que el jugar tiene que ver muchas veces, además de la pobreza, con la costumbre, tras señalar que el alzar tiene muchas modalidades.
“Entonces la gente fija una ilusión, una esperanza buscando lograr unos ingresos extraordinarios a través de la suerte, y se habitúan y se acostumbran, induciendo a jóvenes, adultos y de mediana edad en búsqueda de ingresos extraordinarios”, puntualizó Vargas.
El sociólogo expresó que bajo la premisa de la costumbre, los dueños de bancas “explotan” las necesidades de la gente, al tiempo que calificó de absurdo que en el país existan 95 mil bancas.
Bancas
En el país el número de bancas de lotería supera con creces la cantidad de escuelas y colegios, siendo la mayoría propiedad de legisladores. Estos establecimientos se han convertido en un negocio próspero para sus dueños. Se estima que al mes se juegan RD$10,500 millones.
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