Bogotá. EFE.- El Primero de Mayo se celebrará mañana en América Latina con marchas y protestas en las que los trabajadores pedirán desde ajustes salariales hasta el respeto de sus derechos, actos en los que incluso estarán algunos gobernantes, especialmente los de tendencia de izquierda.
Las celebraciones por esta fecha comienzan hoy mismo con el acto con trabajadores públicos que encabezará en Nicaragua el presidente Daniel Ortega.
Entre tanto, el mandatario boliviano, Evo Morales, marchará el jueves en La Paz junto a dirigentes de la Central Obrera Boliviana (COB) y sindicatos afines a su Gobierno, tras decir ayer que “la mejor forma de festejar ahora ya no es nacionalizando, sino industrializando”.
Se prevé que este año no habrá protestas, pues el Ejecutivo y la COB lograron un acuerdo para subir un 20 % el salario mínimo, hasta 206,8 dólares, que será ratificado mediante un decreto mañana.
A su vez, esta jornada en Colombia llega en un contexto de agitación social por la huelga de sectores del campo en la que, desde el lunes, reclaman al Gobierno el cumplimento de lo pactado en los acuerdos que pusieron fin a las protestas del año pasado.
Además, sindicatos y partidos de izquierda convocaron a manifestaciones para protestar contra los tratados de libre comercio firmados por Colombia.
En Uruguay, el sindicato único del país, el PIT-CNT, realizará un acto cerca al Parlamento, al que se espera que acuda el presidente José Mujica. Pese a su cercanía con el Gobierno, reclamará por mejoras salariales, la reforma del sistema de salud y un mayor presupuesto para la enseñanza.
En Cuba, se vivirá la tradicional movilización en la Plaza de la Revolución de La Habana, donde está previsto que medio millón de personas acudan a un desfile “combativo, masivo, disciplinado y compacto”, según la Central de Trabajadores de Cuba (CTC).
El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, encabezará una celebración a la que asistirán representantes de organizaciones gremiales como la Confederación de Trabajadores de México.
Otros grupos como la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación y el Sindicato Mexicano de Electricistas, próximos a la izquierda y muy críticas con el Gobierno, convocaron a una manifestación que culminará en el Zócalo capitalino.
En Paraguay, una manifestación denunciará el incumplimiento de las leyes laborales, la alta tasa de desempleo, la inflación y para pedir la derogación de la ley que permite las Alianzas Público Privadas. Algunos sindicatos mantienen una mesa de negociación con el Gobierno, después de realizar el pasado 26 de marzo la primera huelga general contra el presidente Horacio Cartes.
En Panamá, los principales grupos sindicales marcharán para reivindicar mejores salarios y un menor costo de la canasta básica de alimentos, en medio de un ambiente de crispación laboral que incluye la huelga que adelanta el sector de la construcción, que ha paralizado obras como las de la ampliación del Canal de Panamá.
En Costa Rica, sindicatos marcharán hasta la Asamblea Legislativa para entregar un documento a los nuevos diputados que inician labores ese día para el periodo 2014-2018, en el que pedirán eliminar el veto a una reforma laboral de la presidenta Laura Chinchilla, quien se opuso al considerar que legaliza las huelgas en sectores claves como la salud, el agua y la Policía.
Con peticiones salariales y para resolver el déficit en el sistema de pensiones, en El Salvador se han anunciado al menos dos marchas, mientras que en Honduras, en las manifestaciones se protestará contra el alto costo de la vida.
En Guatemala, la marcha por el Día del Trabajo tendrá como mensaje principal la petición de libertad sindical y que se respeten los derechos laborales.
En Chile, la principal actividad será una marcha convocada por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), cuya presidenta, Bárbara Figueroa, la consideró el inicio de la construcción “de un nuevo tempo” para el mundo laboral.
A su vez, la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP) se reunirá en el centro histórico de Lima para reiterar sus críticas al modelo económico “neoliberal” del Gobierno de Ollanta Humala y exigir “medidas efectivas” contra la delincuencia.
La principal reivindicación sindical en las diferentes manifestaciones previstas en Brasil será la reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales. Esta celebración se produce en medio de las amenazas de algunos sindicatos, entre ellos el de agentes de la Policía Federal, de paralizar sus actividades durante el Mundial de fútbol en caso de no obtener aumentos salariales.
En Venezuela, para mostrar su apoyo al “presidente obrero”, como los oficialistas se refieren a Nicolás Maduro, la Central Bolivariana de Trabajadores (CBT) informó que unos dos millones de trabajadores desfilarán por Caracas.
Con motivo del Primero de mayo, Maduro anunció ayer un incremento del 30 % del salario mínimo, algo que podría ayudar a paliar la difícil situación económica del país, donde la inflación anual ronda el 60 %.
Tras la huelga general en Argentina del pasado 10 de abril convocada por las alas opositoras de las dos centrales obreras del país, para este jueves la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) pedirá ante la sede del Parlamento, entre otras, un 35 % de aumento salarial.
En Ecuador, las centrales sindicales y el Gobierno saldrán a las calles de Quito, cada cual por su lado, en una jornada en la que se abrirá el debate sobre un nuevo código normativo para el sector.
Por su parte, este Primero de Mayo sorprende a los trabajadores dominicanos enfrentados con los empleadores, quienes promueven la eliminación de las prestaciones laborales para supuestamente incentivar la creación de empleos de calidad y mejorar la productividad.DE EFE
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