El informe, escrito por Rafael de Hoyos, Halsey Rogers y Miguel Székely, indica que el 60 por ciento de los Ninis de la región provienen de hogares pobres o vulnerables en el 40 por ciento más pobre de la distribución del ingreso.Sin embargo en República Dominicana la tasa más elevada de Ninis se encuentra en hogares de ingreso medio-bajoSANTO DOMINGO. – A pesar del rápido crecimiento del PIB con tasas de 7 por ciento en 2014 y 2015 y de los esfuerzos del gobierno para impulsar el empleo y reducir la pobreza, —más de 21 por ciento de los jóvenes dominicanos entre 15 y 24 años se han quedado fuera del sistema educativo y la vida laboral, una cifra ligeramente mayor al promedio regional. La mayoría de estosNinis —un término que deriva de la frase “ni estudia ni trabaja”— son mujeres, de acuerdo a un estudio del Banco Mundial.
El informe, NiNis en América Latina: 20 millones de jóvenes en busca de oportunidades, reveló que el número de Ninis mujeres en la región de hecho está descendiendo gracias a mayores oportunidades educativas y laborales. Aún así, tres de cada cinco Ninis en RD son mujeres y el factor más influyente es el matrimonio y el embarazo durante la adolescencia.
“Debemos brindar las mismas oportunidades a todos los jóvenes para realizar sus sueños”,dijo McDonald Benjamin, representante del Banco Mundial en la República Dominicana.“Se puede hacer mucho para crear oportunidades para jóvenes en todo el país garantizando una educación de calidad, apoyando a escuelas y centros de salud, y creando incentivos para emprendedores”.
El informe, escrito por Rafael de Hoyos, Halsey Rogers y Miguel Székely, indica que el 60 por ciento de los Ninis de la región provienen de hogares pobres o vulnerables en el 40 por ciento más pobre de la distribución del ingreso.Sin embargo en República Dominicana la tasa más elevada de Ninis se encuentra en hogares de ingreso medio-bajo.
“Esto sugiere que la condición de Nini dominicano no necesariamente está determinada por la falta de ingreso, sino más bien por la baja calidad de los servicios escolares y a un mercado laboral restrictivo”,dijo de Hoyos, Economista sénior de la Unidad de Educación para América Latina y el Caribe del Banco Mundial.
El problema se ha intensificado entre los jóvenes varones que representan un aumento de 1,8 millones de Ninis en América Latina y el Caribe desde 1992.En República Dominicana, hace dos décadas,los Ninis varones eran unos 88 mil jóvenes. En 2013 este número se duplicó a unos 164 mil. Este aumento es particularmente preocupante ya que,de acuerdo con el estudio del Banco Mundial, una mayor incidencia de Ninis varones, en contextos de debilidad institucional, está relacionada con un aumento en la criminalidad.
Entre los hombres, el patrón más común que los lleva a la condición de Nini es el abandono escolar temprano para ingresar al mercado laboral, en la mayoría de los casos a empleos precarios y altamente inestables. Sin las habilidades necesarias para obtener un trabajo en el sector formal, la mayoría de los jóvenes se resigna a puestos de trabajo en el sector informal de baja remuneración. Cuando los jóvenes pierden el empleo, sólo una pequeña fracción de ellos regresa a la escuela.
Ser Nini puede tener efectos negativos de largo plazo sobre la productividad, reduciendo los salarios y las oportunidades de empleo de por vida y frenando el crecimiento económico en general. El efecto negativo sobre el ingreso tambiénobstaculiza la movilidad social y la reducción de la pobreza, indica el informe.A nivel local, la tasa de desempleo es dos veces más alta entre jóvenes que para el promedio de la población dominicana (30% vs. 15%), y mucho más alta para las mujeres jóvenes que para los hombres.
Varias políticas pueden usarse para igualar las oportunidades para todos los jóvenes dominicanos evitando que abandonen la escuela de manera temprana y logrando que aquellos que ya son Ninis consigan un empleo. Ésas incluyen programas de desarrollo infantil temprano, especialmente entre los niños de hogares pobres o vulnerables, así como intervenciones para mejorar la calidad de la docencia, y una combinación de estrategias para subsanar parte de las deficiencias en habilidades cognitivas básicas – en particular las matemáticas – con acompañamiento psicológico para generar o fortalecer las habilidades socioemocionales entre otras.
Este conjunto de intervenciones ha probado su efectividad, pero no es barato y por eso es importante implementarlo junto con una estrategia de focalización que dirija los esfuerzos a los jóvenes con mayor riesgo de abandonar el sistema educativo.
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