El sentir lo hace público en el editorial titulado “Es urgente una modificación” del semanario Camino en el que apunta “hay que legislar para acortar el período de transición”.
En el mismo agrega que el tiempo que se da entre mayo y el 16 de agosto para las autoridades electas asumir su puesto es muy largo.
“Tres meses parecen una eternidad, cuando está creciendo en nuestro país una cultura permeada de corrupción que todo arrasa”, expresa.
Añade, que las graves denuncias de acciones reñidas con la ley que estarían cometiendo los que se marchan de algunas alcaldías municipales, nos llevan a sugerir que el tiempo sea menor para evitar que se haga una piñata con los bienes del pueblo.
Los religiosos entienden que la sociedad civil debe estar alerta frente a esta desvergüenza en que han convertido la política.
“Aprovechar una función pública para legislar en favor propio y hacer fiesta de lo que poco nos cuesta es una traición a la confianza depositada por los ciudadanos en quienes creían serían sus verdaderos representantes”, afirma.
Enrostran qué lejos están muchos alcaldes y regidores del pensamiento del Papa Pablo VI, cuando afirmaba que la política es una de las formas más altas del amor y la caridad.
Se lamentan de que la ingratitud más dolorosa frente al Padre de la Patria Juan Pablo Duarte, es cuando nos decía: “La política no es especulación, es la ciencia más pura y la más digna, después de la filosofía, de ocupar las inteligencias más nobles”.
Terminan criticando, que la reflexión de Duarte, en muchas alcaldías dominicanas son letras muertas que el viento se llevó hace tiempo.
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