El presidente del movimiento Izquierda Revolucionaria, Narciso Isa Conde, afirmó anoche que en Colombia no debió plantearse el tema de la entrega de las armas, sino la dejación de las armas, esto mientras se aplican los acuerdos y se garantiza toda la seguridad posible de los mismos.
Consideró que el acuerdo entre el Gobierno de Colombia y Las FARC tiene un entorno histórico muy significativo porque ¨después de 60 años de guerra desgarradora el gobierno colombiano se apropió de la idea de la paz, y un porcentaje muy alto, que supera el 80% de la población, demandaba también condiciones de paz¨.
Entiende que tal situación presionó a ambas partes, y que incluso, dividió las fuerzas en el poder, ya que según dijo, no es un secreto que el sector ¨uribista¨ y otros sectores paramilitares están en contra de ese tipo de acuerdo.
Isa Conde explicó que la agenda de ese convenio tiene temas programáticos importantes que no se han ejecutado, entre los que se destacan el agrario, narcotráfico y los cultivos ilícitos, participación política, derechos democráticos, derechos de las minorías discriminadas, justicia transicional y reparación de las víctimas.
Entrevistado en el programa Toque Final con Julio Martínez Pozo, que cada domingo se transmite a las 11:00 de la noche por Antena Latina, canal 7, el dirigente izquierdista explicó que lo que se está conmemorando en este momento es el acuerdo de cese al fuego y las hostilidades bilaterales. ¨Este acuerdo estuvo precedido por una decisión de Las FARC de cesar al fuego unilateralmente. Ahora el Gobierno se compromete a tal decisión; pero incluye otras vertientes: el tema de la dejación de armas y se incorpora la entrega de las mismas…¨
Sostuvo que un desarme unilateral, en el marco de una confrontación entre un ejército regular y el paramilitarismo mafioso, frente a los movimientos insurgentes, puede ser frágil, sobre todo para la insurgencia, movimientos sociales, los luchadores por la democracia y los cambios sociales en Colombia, porque ese Estado ha sido conformado y dentro de él se asume un régimen político con altas dosis de represión, negación de democracia, políticas neoliberales excluyentes, empobrecimiento de la sociedad, que son las causas originales del conflicto.
En ese contexto, dijo, con los precedentes históricos, lo que pasó con la Unión Patriótica y otros movimientos insurgentes en Colombia, corre el riesgo la insurgencia de ser víctima de futuras represiones, ya en condición de desarmada, que deja de tener capacidad disuasiva.
Isa Conde precisó que este tema pone en discusión el monopolio de las armas en manos de un Estado al servicio de la clase dominante y de las derechas en Colombia, tras asegurar que aunque se hable de determinadas garantías de seguridad, pueden resultar débiles frente a todo el peso histórico de la violencia del poder en ese país, así como de toda esa cultura autoritaria represiva que ha primado en un régimen democrático, que a su entender, no es democrático nada.
¨Hay que ver la cantidad de víctimas con los ¨falso positivo¨… mataban jóvenes de los barrios populares y los vestían de guerrilleros, el tema de las fosas comunes, las atrocidades del paramilitarismo, que aunque se plantea enfrentar es hijo del Estado, pues está alimentado por las Fuerzas Armadas, y puede en un momento determinado, dar apariencia de que desaparece y luego resurgir¨, expresó.
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