La Conferencia Episcopal Alemana admitió ayer su “vergu¨enza” por haber “ignorado durante años” a las víctimas de la pederastia en el seno de la Iglesia Católica y expresó su determinación a que sean “castigados” los autores de unos abusos que no forman parte del pasado, sino que persisten en la actualidad.
“Durante años miramos hacia otro lado”, reconoció el cardenal de Múnich, Reinhard Marx, al presentar el informe elaborado por encargo de la Iglesia, en el que se documentan 3.677 casos de abusos sexuales cometidos por 1.670 religiosos desde 1946 hasta 2014, en su mayoría a menores de 13 años.
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