Embarcado en una carrera contrarreloj para evitar una larga inmovilización del 737 MAX, Boeing culminó el desarrollo de la versión corregida del sistema de estabilización sospechoso de estar detrás de un mortal accidente que tuvo lugar en octubre, indicaron el sábado fuentes de la industria a la AFP.
"Boeing ya terminó con las medidas de corrección necesarias para el MAX", señaló una fuente del sector en condición de anonimato.
Toda la flota de los 737 MAX permanece en tierra desde hace más de diez días, tras el accidente de un ejemplar de Ethiopian Airlines el 10 de marzo, que presenta similitudes con el otro de Lion Air de fines de octubre en Indonesia.
Boeing debía presentar el correctivo a las tres compañías estadounidenses clientes de este aparato (American Airlines, Southwest y United Airlines) así como a sus pilotos este sábado en Renton, Washington (noroeste), donde el 737 MAX es ensamblado, agregaron otras fuentes industriales.
Los pilotos de American Airlines y Southwest tenían previsto probar el sábado los simuladores con la actualización de software, indicaron.
La versión aún debe ser aprobada por la Administración Federal de la Aviación (FAA), una de las autoridades que decidió dejar en tierra los 737 MAX tras los dos accidentes mortales que se registraron en los últimos cinco meses.
Contactada por la AFP, Boeing no ha confirmado ni desmentido estas informaciones.
"Hemos estado trabajando con todos los operadores del 737 MAX y continuamos programando reuniones para compartir información sobre nuestros planes de apoyo a la flota del 737 MAX", dijo una portavoz de la firma.
Un portavoz de United Airlines, que cuenta con 14 aviones 737 MAX 9, confirmó la asistencia de la compañía a la sesión de entrenamiento este sábado, en un correo electrónico enviado a la AFP.
Southwest y su sindicato de pilotos SWAPA enviaron expertos de su equipo técnico de pilotos y de entrenamiento a Boeing a revisar documentación, según una portavoz. La aerolínea cuenta con 34 ejemplares del 737 MAX 8.
Los primeros elementos de la investigación sobre Lion Air pusieron de relieve un mal funcionamiento del sistema de estabilización de vuelo conocido como MCAS (Maneuvering Characteristics Augmentation System).
La FAA había dado a Boeing hasta abril para hacer los cambios necesarios a este sistema esencial para proteger el aparato, y fuentes industriales habían dicho a la AFP que la actualización debería estar lista en una decena de días.
Además de culminar la versión mejorada del software, Boeing también finalizó la actualización de sus manuales de instrucción y de entrenamiento de pilotos, según las fuentes.
Boeing se ocupará de la formación de los pilotos y está organizando el calendario de los cursos con las compañías aéreas clientas del 737 MAX, dijo la empresa a la AFP.
Los costos de esta formación y la factura por el desarrollo de la actualización del MCAS estarán a cargo del constructor.
Boeing decidió además que todos sus aparatos contarán con una señal luminosa de alarma, una funcionalidad que hasta ahora era opcional y paga, dijo el jueves a la AFP una fuente del sector.
Llamada "disagree light", esta señal de alarma se dispara en caso que una o dos sondas de incidencia ("Angle of attack"- AOA) del sistema MCAS, que miden el ángulo de estabilización, transmitan informaciones erróneas.
Ninguno de los dos aparatos accidentados estaban equipados con este dispositivo, dijo una fuente industrial.
La cotización de la acción de la compañía perdió cerca de 12% luego de ese accidente y más de 28.000 millones de dólares de capitalización bursátil se evaporaron.
La imagen del constructor, que también fabrica aviones de combate y equipos espaciales, se vio seriamente afectada.
El Departamento de Justicia abrió una investigación penal sobre el desarrollo del 737 MAX, según señaló la prensa, mientras que el de Transportes anunció el lanzamiento de una auditoría sobre la certificación de este avión.
El miércoles funcionarios de la FAA, que autorizó el vuelo de este avión en marzo de 2017, deberán presentarse ante el Senado.
De acuerdo a fuentes coincidentes, el regulador, que dispone de oficinas en las fábricas de Boeing, confió gran parte de la certificación del 737 MAX y del MCAS en particular a empleados del constructor, por lo cual las preguntas sobre los lazos de esa autoridad con la compañía se plantearán en la audiencia.DE AFP
No hay comentarios:
Publicar un comentario