Los fieles católicos suelen llevar palmas en sus manos y cruces en sus cuellos.
Este 14 de abril es un día especial para los católicos. Es Domingo de Ramos, fecha que marca el inicio de la Semana Santa, efemérides que celebra la pasión, muerte y resurrección de Jesús de Nazaret, hijo de Dios enviado por éste al mundo para su salvación, de acuerdo con la religión católica.
Se le llama Domingo de Ramos porque fue el día en que el llamado Mesías entró triunfante en Jerusalén. Iba montado en un asno y a su llegada fue recibido por decenas de seguidores con ramas en sus manos que lo aclamaban como su rey. La fecha es variable cada año.
El evangelio de San Juan lo describe de la siguiente manera en el capítulo 12, versículos 13-15: “Tomaron ramas de palmera y salieron a recibirle, y clamaban: ¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor, el rey de Israel! Y halló Jesús un asnillo, y montó sobre él, como está escrito: No temas, hija de Sion; he aquí tu rey viene, montado sobre un pollino de asna”, narran los tres versículos sobre el hecho.
El sacerdote Gregorio Alegría, párroco de la Iglesia San Francisco de Asis de La Nueva Barquita, señala que la fecha es muy simbólica para los católicos y conlleva el inicio de una serie de rituales que se efectúan durante toda la Semana Santa.
Ritos día por día
Luego de la celebración del Domingo de Ramos, fecha en la que los fieles católicos que van a las iglesias llevan en sus manos ramas de palmas o cruces del mismo material, no es hasta el Jueves Santos cuando se retoma una serie de ritos que marcan cada día en la festividad religiosa.
“El Domingo de Ramos también se llama Domingo de la Pasión de Jesús, porque en ese domingo se lee la pasión entera de Jesús, del evangelio, y este año toca San Lucas, por eso tiene dos nombres. Con él comienza la Semana Santa, muy importante para, sobre todo, los cristianos, y en ella celebramos la pasión, la muerte y la resurrección de Jesucristo”, explica el sacerdote.
El Jueves Santo se celebra el Triduo Pascual, el cual culmina con el Domingo de Resurrección. “El jueves Santos es el día de la institución de la eucaristía, el día del sacerdocio, el día del amor fraterno, celebramos el jueves santo. Se hace una misa presidida por el obispo. La consagración es la misa que se llama crismal, porque ahí se consagran los santos óleos”, detalla el párroco.
El Viernes Santo no se celebran misas, lo que se hace es una reflexión sobre la pasión y la muerte de Cristo. “Es un día de ayuno y abstinencia”. Esa fecha se suele recordar la procesión del camino al calvario que recorrió Jesús, el llamado “vía crucis”.
El Sábado Santo, dice, es un día tranquilo, de silencio, en el cual se recrea el acompañamiento espiritual a María Dolorosa (madre carnal de Jesucristo). Ese día “el pueblo de Dios espera con expectación la gran Vigilia Pascual en la noche y se llama la madre de todas las vigilias, la vigilia de la resurrección”.
“En ella se bendice el fuego, se bendice el agua, se hace la renovación de las promesas del bautismo. Si hay bautismos de adultos, se hacen ese día y se enciende la luz, se canta el Aleluya y el centro, que representa la resurrección de Cristo, es el Cirio Pascual”, dice el religioso.
Ese cirio se expone en el altar de todas las iglesias y parroquias y se retira el día de la Ascensión, cumpliendo una función ritual, que es cuando Jesús sube al cielo.
La Gran Vigilia Pascual
La Gran Vigilia Pascual se hace en todas las iglesias. Se comienza la celebración a oscuras y luego se prende una luz, que significa la presencia de Cristo en todos los presentes. Ahí cada persona tiene una vela, la cual va encendiendo de otra y así se hace una cadena hasta que todas están encendidas. “Y de esa luz todos los cristianos prendemos nuestras velas, significando que cada cristiano debe ser la luz del mundo y el agua que nos recuerda nuestro bautismo, por eso hay bautismos y hay también, lo que se llama la renovación de las promesas bautismales”, expresa el padre Alegría.
Litúrgicamente la Vigilia Pascual debe comenzar a las 11:00 de la noche para que culmine a las 12:00 de la medianoche, hora que significa que Cristo ha resucitado.
El sacerdote indica esta tradición ha tenido que ser modificada en el país ante la criminalidad y delincuencia que se registra y por ello las parroquias se han abocado a realizar el ritual entre las 7:00 y las 8:00 de la noche.
¿Qué se hace el domingo?
Con emoción en su voz, el sacerdote explica la culminación de la Semana Santa, que es el Domingo de Resurrección. “El domingo lo que hacemos en las iglesias católicas es misa, la eucaristía ya totalmente de fiesta, totalmente iluminada, con flores, con cánticos, que es pues lo que celebramos cada domingo, porque cada domingo celebramos la pascua de Cristo. Entonces nosotros los cristianos vivimos de la pascua y caminamos hacia la pascua, o sea que el centro de nuestra fe es Cristo, muerto y resucitado. Es una misa especial, porque es solemne, porque es una reminiscencia de lo que ha sido la Vigilia Pascual, es como una prolongación de la Vigilia Pascual, el Domingo de Resurrección”, aduce.
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