El uso de las vías públicas como parqueos en ambos lados, la instalación de carritos de comida rápida en aceras, tiendas que exhiben sus artículos en plena calle, la operación de todo tipo de talleres en los espacios públicos, provocan que cada vez sea más difícil la circulación vehicular en el interior de los barrios de la ciudad.
En el ensanche La Fe, a calles como la Francisco Villaespesa le fue arrebatado un carril que es utilizado de parqueo, y para que no quede duda, fueron delimitados esos espacios uno tras otro, con pintura amarilla.
Pero transitar por las calles Américo Lugo, Peña Batlle y Juan Alejandro Ibarra, solo por citar algunas de este sector, es como caer en una trampa de telaraña, porque se dificulta salir por la dificultad que ocasiona su bloqueo. Las camionetas plataneras son estacionadas en cualquier lugar, funcionan los lavaderos de vehículos improvisados, los chimichurris y puestos de frituras proliferan en cualquier espacio, las tiendas se han prolongado hasta las calles y cualquier hueco es válido para estacionar un vehículo.
Ese es el panorama que caracteriza las calles y aceras de los barrios Villa Consuelo, Villa Juana, Villas Agrícolas, Cristo Rey y Villa Consuelo, lugares donde la gente ha tenido que aprender a transitar por las vías públicas pidiendo permiso para poder avanzar.
Manuel Rosario explicó que una de las razones por las que las calles tanto del ensanche La Fe como del resto de los sectores son utilizadas como parqueo, es que la mayoría de las viviendas carece de marquesina.
En Villa Juana y Villa Consuelo, donde operan negocios de gomas, talleres y comida, el caos impera.
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