Los incidentes de seguridad y los controles de carretera que se han venido registrando en Haití en el marco de las protestas antigubernamentales de las últimas semanas están teniendo un fuerte impacto en los programas de asistencia humanitaria de la ONU y las ONG que trabajan en el país, según ha alertado la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de Naciones Unidas.
En su último informe de situación, el organismo ha subrayado que los programas humanitarios se han visto afectados, "en algunos casos gravemente" por los controles de carretera y los varios incidentes de seguridad en el país.
Así, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) se ha visto obligado a suspender desde el pasado 16 de septiembre sus entregas de alimentos a escuelas y solo el 39 por ciento de los centros ha recibido los productos básicos, siendo la situación especialmente delicada en el sur.
"De continuar la situación, miles de personas que ya se enfrentan a las consecuencias de la grave inseguridad alimentaria se verán aún más afectados de forma negativa, ya que la asistencia alimentaria no les llegará", ha subrayado la OCHA, que ha recordado que a principios de 2019 había 2,6 millones de haitianos en inseguridad alimentaria y la cifra probablemente ha aumentado.
Según el organismo, el sector sanitario "es probablemente el más afectado" ya que los hospitales se enfrentan a "retos significativos" para seguir operativos, principalmente debido a la falta de combustible y a la imposibilidad de abastecerse de suministros médicos. En este sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha asegurado que apoyará al Ministerio de Salud haitiano "todo lo posible".
La respuesta frente al cólera también se ha visto perturbada, si bien por ahora no hay constancia de un incremento en el número de casos, al igual que las clínicas móviles y los servicios de maternidad en algunas zonas del país.
La inestabilidad también está afectando al sistema educativo. El año escolar comenzó el 9 de septiembre pero desde el día 16 muchas escuelas han cerrado sus puertas, principalmente en Puerto Príncipe, Los Cayos y Cabo Haitiano, mientras que en las zonas rurales están funcionando con personal reducido. Según la OCHA, se estima que más de 2 millones de niños y adolescentes no pueden asistir a la escuela.
La ONU solicitó 126,2 millones de dólares con los que asistir a 1,3 millones de los 2,6 millones de personas necesitadas de asistencia en el país pero hasta el momento solo se han recibido 26,4 millones, el 21 por ciento.
El presidente de Haití, Jovenel Moise, hizo la semana pasada un llamamiento a favor de un gobierno de unidad ante el incremento de las protestas contra la crisis económica y los casos de corrupción en el país.
En un poco frecuente discurso a la nación, el mandatario resaltó que este ejecutivo de unidad debería hacer frente a los "problemas urgentes del país" y derivar en "acuerdos sobre los desacuerdos".
Moise sostuvo que el país necesita reformas institucionales, sociales y económicas "indispensables para el desarrollo nacional" y recalcó que "sólo se puede responder a la violencia política a través del diálogo".
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