A unas horas de haberse iniciado la segunda fase de la desescalada por el coronavirus el país, los choferes de la Confederación Nacional del Transporte (Conatra) no se integraron a ofrecer los servicios, por decisión del Comité Ejecutivo de ese gremio choferil.
Anthony Marte, hijo del presidente de Conatra, Antonio Marte, dijo que ellos decidieron no salir porque de hacerlo tendrían perdidas. "Los costos operacionales no nos permiten operar. Si iniciamos a trabajar y luego nos paramos la gente va a entender que es una huelga o un chantaje".
Explicó que si no generan los ingresos necesarios estarán en una quiebra instantánea.
Dijo que están dispuestos a cumplir con las medidas del Intrant de mantener el distanciamiento social y abordar solo un 60 por ciento de la capacidad de los autobuses, siempre y cuando tengan una respuesta favorable que no le genere pérdidas. Mañana jueves se reunirán en el ministerio de Hacienda.
Ayer Antonio Marte reclamó del Gobierno la entrega de 17 mil millones de pesos que, según dijo, se encuentran en una cuenta pignorada y que son producto la reforma fiscal en el 2012.
Las unidades además tienen que respetar el distanciamiento social, tener gel desinfectante, jabón y otras medidas de higiene en los autobuses y en los baños de las terminales.
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